jueves, 30 de diciembre de 2010

¿Disculpa?


A veces te recuerdo y me lamento;
otras simplemente me lamento sin recordarte,
y la mayor parte del tiempo,
me enzarzo en una búsqueda imposible
de algo que complemente mis horas de tiempo libre.
Quiero verte sin ropa interior.

martes, 21 de diciembre de 2010

Salen de casa.
Ella camina pisando los charcos y se moja los pies.
Les invitan a unas copas.
Bailan canciones horteras.
Ella sonríe, efusiva, para que le digan lo guapa que es cuando lo hace.
Mueve el pelo de un lado a otro mientras observa su alrededor.
Nadie.
Nada.
Insustanciales.
Ella.
Su copa vacía.
Aquí tampoco.
Siguen bailando.
Vuelven a casa.
Ella camina pisando los charcos y se moja los pies.
Se tumban en el colchón juntos y se ríen.
De la gente que no existe.
De la que sí que existe.
De ellos mismos.
De la última noche del año que pasan juntos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Me gusta el número 9

Me encantaron los 16. Desde que los dejé atrás, he pasado el resto de mis cumpleaños con depresión porque veía cómo se iba quedando atrás el encanto de aquel número.
Sin embargo, esta vez tengo -muchas- ganas de cumplir los 19.
Quizás porque ya no le tengo manía a los números impares -o porque este año me he comprado un vestido bonito y sexy para olvidar la obligación de entrar en agonía el resto de los 19's de Diciembre-
Los años trotan, no corren.
Los años quedan, no pasan.
Los años evolucionan, no cambian; por eso creo que jamás perderé este fatalismo innecesario de buscarle pegas a todas las cosas. :)
Feliz Navidad.

martes, 14 de diciembre de 2010

No apagues la luz que no veo


La luz del flexo crea sombras en mi cuarto;
no son fantasmagóricas, como tú;
no son escurridizas, como tú,
y solamente se marchan cuando yo decido apagarlas.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Vístete, anda.


Me gusta tu pelo, lo prometo. Y más me gustan tus piernas y culo. Qué grosero, ¿verdad?
Podría dedicarte un "que inteligente eres, mi amor" -que de eso también tienes- y salir airoso de cualquier indicio de superficialidad que me delatase.
Me gustan tus ojos y nariz, es cierto, y también esa boca que, cuando se siente sexy y se pinta de rojo, hace maravillas.
Me encanta cuando eres fría y distante; y adoro esa absurda manía tuya de no contestar las llamadas para no parecer que piensas en mí constantemente.
Tu soberbia es exquisita, tanto incluso como tus fríos pies bajo las sábanas. Y es que además, cocinas muy bien todo el calor de la habitación, cariño.
No es que seas demasiado buena para mí, no, no es eso. Tampoco eres alguien para dejar escapar, pero, si no he vuelto mañana, es porque seré de otra.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Rockin around the Christmas tree

26/11/2010
Detesto cuando no cuentas conmigo.
Ya no llamas a la puerta de mi habitación para tener minutos a solas en los que reírnos de la gente o llorar por ella.
Detesto cuando construyes sobre mí maldiciones crececulos, y cuando el “mayúsculas” que tú dices no va dedicado a mí.
Sé que tú también me detestas lo suficiente, pero no importa, porque mañana encienden las luces de navidad en Madrid, y pienso ir a dar una vuelta para poder disfrutar de lo que no detesto, que son pocas cosas.

martes, 23 de noviembre de 2010

Quiero ser como este músico y poeta.

"Si dices que desafino,
amor mío,
que sepas que eso me causa un terrible dolor.
Sólo los privilegiados tienen un oído como el tuyo,
yo apenas posea lo que Dios me dio.
Si insistes en calificar mi comportamiento de antimusical,
yo, aún a riesgo de mentir,
tengo que decir que esto es Bossa Nova.
Lo que tú no sabes, lo que tu no intuyes,
es que los desafiados,
también tienen corazón."


lunes, 22 de noviembre de 2010

Cuando les hablé de colinas me dijeron que tenía que comer almendras


El césped brillaba con cada paso que dábamos en él, como si fuésemos nosotras el astro que emana luz sobre los verdes lomos de la sinuosa colina enfrente de palacio.
Delante nuestra, una doncella que coqueteaba con tres hermanos, franceses todos ellos, y que vestían con chaqueta y pantalón beis de lino. Con cada sonrisa que ella daba, el sol agonizaba la pérdida de un segundo más.

Y la tarde caía entre risa y sonrisa.

Parejas cortesanas paseaban agarradas de la mano por los jardines de palacio y los niños jugueteaban con sus balones y sus perros.
Y la tarde cayó un poquito más, hasta que hubo apagado todas las blancas y diminutas margaritas de la colina y hasta alcanzarme los pies con sus sombras.

Ahora que está todo apagado, yo huelo a frambuesa. Y ahí en la oscuridad diviso las tenues luces de las farolas que iluminan, más que el camino, tu silueta vestida pidiendo a gritos que la desnuden, por favor. El dominio de mi mente no es bastante para que perdures.

[Así fue como el encanto de la tarde murió para dejar paso al encanto de la noche]

lunes, 15 de noviembre de 2010

Muérdeme cuando despierte, por favor.


Nadie me advirtió de que apagara las luces.
En la fulgente habitación me duermo sin disturbio.
Ya nada palia mi sueño: podría dormir a todas horas y en cualquier lugar. Mi mal humor me agota y me fatiga, y estos últimos días he tenido que pagar a un payaso para que me haga reír.

martes, 2 de noviembre de 2010


(31/10/2010)

Tengo los pies fríos, muy fríos, ¡congelados! y no sé si es porque
1.es Halloween y hoy soy una muerta viviente que anda por la casa,
2. porque olvidé ponerme los calcetines de esquí para dormir
3. o porque hoy no he tenido sexo.
A parte de esto último, necesito un té, un trabajo, una cámara que me quiera grabar debido a mi condición narcisista y otro par de calcetines.
El resto, me da igual.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Dance naked under palm trees

Tengo que espabilar.
Después de este puente me pongo las pieles.

domingo, 24 de octubre de 2010

Si no vas a venir...


Todos necesitamos un motivo. Para todo.
Hoy es el primer sábado, desde que estoy en Madrid, que mi mente, mis piernas y mi pelo no quieren funcionar.
No me hables, no me mires, no te acerques. Mis tacones no te persiguen. ¿Mi entrepierna? Tampoco
Pero me siento culpable por diversas razones.
He traicionado a la Nocilla por la Nutella; al mismo tiempo que he traicionado a las horas de culto que le dedico a mi pobre cuerpo en el gimnasio.
Hoy quiero quedarme en casa, pero estamos en una era en la que Dios se enoja y te castiga si no sales de fiesta.
Motivo nº 1: no me soporto cuando soy desleal.

jueves, 14 de octubre de 2010

¡Ñam, ñam!


Temblaban sus piernas al pensar lo que le iba a hacer cuando estuviese a su lado.
La lentitud de los días parecía ralentizar el movimiento de su torpe cuerpo cuando intentaba pasearse de una punta de la ciudad a otra y que, tembloroso, no hacía más que chocarse con el resto de ciudadanos.

“¡Niña, mira por dónde andas!” vociferaban todos exasperados.

Y así, sus horas, ajenas a todo lo de alrededor, se le antojaban irritables. Tan insufrible era el anti-desfogue que, durante un buen rato estuvo buscando métodos infalibles para poder pensar en otra cosa que no fueran sus aéreos lengüetazos.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Dios quiere ser Dios


Hace tiempo que no rezo. De pequeña, era un vicio con el que podía quedarme dormida más fácilmete. Hablaba con alguien que no conocía, le contaba mis secretos, le pedía muchos favores; --a veces me los concedía- y luego caía en sueño profundo.
Pero Dios nunca ha sido dios: siente, habla, ve, muerde, engulle, se constipa y, si cruza la carretera con poca precaución, puede ser atropellado. Dios muere, y no lo hace por ni para nosotros.
Dios querría ser dios, y prueba mil y una estrategias para ello, pero debe antes poner la lavadora, barrer las migas de pan y quizás, sacarse una carrera o ir a la obra y caer en depresión al descubrir cuán vulnerable es.
Dios es vulnerable para que nosotros podamos consolar nuestras desgracias. A Dios lo inventamos nosotros, no la iglesia: es una herramienta demasiado personal. Debe de sentirse muy utilizado
-A veces todavía hablo con alguien-

domingo, 10 de octubre de 2010

Pesado


Creeré el ilógico hecho de que esta vez te voy a odiar. No eres más que el inmundo individuo con el que me cruzo mientras estoy caminando, corriendo, riendo, llorando y haciéndole el amor a otro. Me estorbas.

sábado, 9 de octubre de 2010

7/10/2010


Hoy me he maquillado y puesto mis tacones.
Las ganas eran eminentes e inconfundibles: el cuerpo pedía baile.
Y sin ser invitado, el sueño ha irrumpido en el piso, destrozando puertas y jarrones, y amenazándome con dormirme.
Quizás son cosas de los del turno de mañana, o quizás son cosas de la edad y ya me estoy haciendo vieja.
Finalmente, y tras una interminable batalla verbal, la marcha no ha conseguido convencerme, y he gastado barra de labios para nada.
De todas formas, da lo mismo, porque me había puesto pantalones.


viernes, 8 de octubre de 2010

Boarding pass


La maleta siempre nos pesa,
tanto como los pies cansados
o una espalda que no ha dormido.
Cuando viajamos, nos evadimos
Cuando nos evadimos… ¿viajamos?
Es indispensable el billete de ida,
el de vuelta nunca corre prisa.
Así, mañana será otro día,
y otro día que se escapa,
¿O que nos persigue?

jueves, 7 de octubre de 2010

Disculpen mi brusquedad


Descartas.
Cuando no hay nadie a quien follarse, entonces se inventa; y cuando lo inventado no es suficientemente bueno, entonces lloriqueas porque crees que quizás has perdido el apetito sexual y que, por alguna condición absurda y fatalista, buscas y prefieres una buena conversación a un buen polvo.
La ordinariez del amor está sobrevalorado. Por desgracia, el sexo también

martes, 5 de octubre de 2010

Teoría de la Información


El ruido crea nuevos sentidos. Puede, por ejemplo, traernos nuevas figuras de santos sobre los que nunca se escribieron.
El ruido nos muestra información errónea, nos desactualiza y en algunas ocasiones nos ofrece jaquecas.
Se dedica a dejar torpes y gansos a los elogios, y a embellecer todo tipo de groserías. Intenta con frecuencia malversar y apropiarse de las palabras y, en ningún momento, tiene la buena intención de marcar su ritmo al compás de un agradable sonido.
Aunque, sin querer, puede salvarnos de realidades y traernos la -bonita- historia que nunca tuvo transcurso.
(Es el ruido de tu silencio el que más disturba)

Ruido (RAE): Ling. En semiología, interferencia que afecta a un proceso de comunicación.

martes, 28 de septiembre de 2010

Me puse a ver pelis de acción



Estoy inquieta.
Tengo ganas de mover todas las cosas de su sitio.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Alguien tenía hambre.


Y di otro bocado.
Parece que el segundo siempre sabe más rico.
Es más contundente, más copioso y más sustancial,
y además juega a enredarnos.

Y enredándonos te huelo desde más cerca,
y me convence para que pruebe tu oreja, tu cuello, tu hombro, pezón y abdomen,
y desenreda así la silenciosa situación del primer mordisco recatado.

Sabes mejor que hueles,
y es recién sacado del horno,
calentito, crujiente, embadurnado con sirope de chocolate y cocinando todo el calor
como más me gustas.

*Ding-dong*
Fui a casa del vecino a pedirle un poco de azúcar

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Worried shoes



Los tacones que guardo amontonados en el cajón
estaban preocupados y aburridos
porque hacía tiempo que no los sacaba a pasear.

[Cu-cu]
Mis piernas asoman,
se hieren mis pies
y mi espalda,
que intenta no encorvarse,
suda humo y chupitos de martini.
Mientras, el mundo entero baila
y el calor decide trasnochar con nosotros.

Enumero cuántas veces he pensado en ti esta noche.


martes, 7 de septiembre de 2010

"Por un futuro brillante, tanto profesional, sexual como amistosamente"


Todo lo hacemos por amor.
Todo.
(Amor a dioses, amor a la patria, amor al dinero)
No es la falta de amor lo que nos destruye,
sino todo lo que nos sobra de él.

sábado, 4 de septiembre de 2010




-¡Mojémonos!
-No llueve.
...

martes, 31 de agosto de 2010

Mamá, ¿has visto mi peine?


Soy un desastre.

En mi desorden desaparecen cosas,
y en mi desorden me busco,
y en mi desorden me encuentro.

Y todas las cosas que quiero,
todo lo que (me) importa,
está en ese montón,
desordenado, enredado y holgazán,
pero yo estoy junto a ello.

Y así,
andando en pelotón desastroso,
avanzamos lentos y torpes;
tan indisciplinados como el propio caos.

Mientras,
la vida es más impredecible que nunca.

miércoles, 25 de agosto de 2010

No me presto.



Aparta.
No dejaré que me recorras tan infinitamente.
No me apetece que me viertas tu pasión,
no quiero el desfogue de tus días solitarios.

Tu sed de mí tiene que menguar.
Soy demasiados kilómetros.
¿Cómo harás para encontrarme?
No te molestes,
lleva tu vehemencia de vuelta a su lugar.

Esta noche no hay confesión de ningún tipo.
Cierro todas mis estaciones,
hoy no estoy para hacerte el amor.

(Prueba a ver mañana.)

sábado, 14 de agosto de 2010

Mañana haré vida normal


Sobre mi escritorio tengo amontonado: un estuche lleno de gomas de pelo, un after sun, un frasquito de Brahmi, pegamento de barra sin tapa, tela de una camiseta que corté, un vaso de agua, un par de fotos antiguas, un anillo redondo y verde, migas de galletas y el cinturón que me acabo de quitar, -que bien podría emplear para darme con él-.
¿Orgullosa, Laura? No hay ningún cachivache útil que te sirva para algo. Te alimentas de invenciones y para colmo, proteges más los recuerdos que lo que te queda de la realidad.
Sobrevives sin contacto. Las palabras no te gustan, las opiniones las detestas. Prosperas la ordinariez y destruyes la elegancia; pierdes el encanto y creas vergüenza.
El cine no te ayuda, la música no te inspira, los libros te aburren, y no escribes más que acerca de tus flaquezas, tristezas, necesidades y penurias.
Has querido olvidar, has intentado no hacerlo y por ello abominas cada rincón del sofá, cada vericueto de la calle, cada olor que evoca el intento del olvido, cada mensaje que no recibes.
Tanteas la posibilidad de poder aprender a tocar la guitarra, y con el piano has llegado a tocar alguna versión de Lady Gaga.
Has cambiado de colonia, te has deshecho de los pintauñas rojos, sustituyes el contenido de tu estuchito de marilyn por el de monedas e intentas no atusarte el pelo.
Las manualidades se camuflan como pasatiempos y creaste un delantal con el dibujo de un hombre que tiene dos barras de pan como zapatos, para tu futura cocina. Solo piensas en llegar a Madrid, en decorar tu cuarto, en estrenar las toallas de baño que tu tía te regaló y en volver a tener ganas de reponer el monedero rosa con su contenido inicial.
Tu desordenada vida destruye todo lo que encuentra a su paso.
(Creo que necesito una semana más de terapia fuera de cualquier sitio que me de para pensar.)

martes, 10 de agosto de 2010

Me creció una verruga.



Si en el lugar de las brujas, meigas y nigromantes;
de las queimadas, brevajes y pociones;
de lo místico y fantástico;
de los augurios y profecías, no me curo,
habré profanado todo lo que hasta ahora aprendí.

domingo, 25 de julio de 2010

Insensato


Paseo la lengua por las barriadas secas de mis labios.
Ya ni siquiera el cacao ayuda.
Todo me sabe mal;
en realidad nada me sabe.
Tu insipidez deteriora mi memoria,
y mi memoria sólo puede saborearte en recuerdos.
Los lengüetazos se extinguieron.

Eres insensato.

De alguna manera,
aunque no voluntariamente,
pienso en ti a menudo.
Me aburre el no-juego que tenemos,
me causa fatiga las no-corridas que practicamos,
me satura tu no-presencia ahora que Madrid quedó a 500 km.

Cánsate de olvidarme.

lunes, 19 de julio de 2010

Los fantasmas del pasado.


Siempre he creído en la estupidez de la mujer y el hombre.

Somos estúpidos cuando echamos de menos por culpa de una noche de ¿suerte?
Cuando inventamos el amor, cuando pensamos en el futuro… incluso cuando nos aferramos a los recuerdos para compararlos con lo que ahora nos queda.
Somos estúpidos porque creemos que nuestro arte durará para toda la eternidad y no será olvidado; y porque leemos para aparentar una soberbia que no tenemos.
La necedad viene como un elemento innato que se ciñe a nosotros durante toda la vida.

Somos estúpidos cuando creemos en Dioses, en fuerzas abstractas o en el vacío del universo. Sólo vistiendo ya somos estúpidos y sólo con haber amanecido juntos y desnudos alguna vez también lo somos.
Estúpidos porque creemos poder cambiar los hechos, por pensar que hemos sido encarnados en los recuerdos de alguien y por ilustrar los nuestros con fotografías.
Sí, siempre he creído en la estupidez del ser humano, pero es lo que le hace tan genial y extraordinario.

viernes, 9 de julio de 2010


Lo merezco, por despreocupada.

jueves, 8 de julio de 2010


Cuatro cachos de papel sirven para mucho; para acabar emborronados con frases expectantes de un iluso, por ejemplo.
Más tarde, aviones de papel se precipitan por la ventana y acaban deshechos entre tormentas y relámpagos. La lluvia ha desdibujado las palabras, y entonces, todo se convierte en secreto. ¿Para siempre?
Parece que el tiempo se relaja cuando pides un deseo.
(Deseo que el mundo me desee)

miércoles, 30 de junio de 2010

El desengaño acecha siempre.
Se esconde tras la maleza,
aguardando sinuoso para,
en el momento adecuado,
abalanzarse sobre tus prejuicios.

No os echaré de menos,
pero os recordaré siempre
como aquellas quienes una vez consideré mis amigas.
Suerte.
Mucha suerte.

sábado, 26 de junio de 2010

Necesito encontrar piso



Algún día me mudaré a un lugar encantado
-conmigo-
y nuestro ¿amor?
será recíproco.

domingo, 20 de junio de 2010

¿Ha, ha?


Olvidé.
He olvidado prácticamente todo.
Ya no recuerdo cómo hueles, ni cómo es tu risa.
He olvidado las teorías cíclicas de Pareto y Sorokin.
Tampoco me acuerdo de lo que he cenado esta noche.
No te llamé -y lo siento, se me olvidó-.
Ya no sé cómo es la vida ordinaria,
Ni la extraordinaria,
(aunque eso en realidad nunca lo supe)
Olvido que es del ’73,
y que no tengo nada que hacer
-¿O sí?-
con él.
He olvidado todo tipo de cuenta
y enumerar las razones para echar de menos.
He olvidado todo,
En consecuencia, y que yo recuerde,
ya no me queda nada.

Foto: Arlington National Cementery, Washington.

viernes, 11 de junio de 2010

¿God-night?

La noche es fresca y brillante.
La gigantesca ciudad se moviliza y decide no dormir.
Quizás yo tampoco lo haga...

domingo, 16 de mayo de 2010

Nos quedamos


El edificio España ya está descubierto después de tanto tiempo.
La primera vez que lo vi, Ezequiel me acompañaba. Ambos íbamos en el coche, mirando por las ventanillas aquello que iba a ser nuestro nuevo hogar.
Para entonces, este enorme bloque estaba entoldado por andamios y carteles dando publicidad a la campaña Madrid 2016 y corazonadas diversas.
El edificio España nos ha ido acompañando a lo largo de nuestra estancia, y al igual que nosotros íbamos destapando cada vez un nuevo descubrimiento urbano, éste, iba mudando carteles y rótulos.
Una sensación nueva, un armazón caído. Una experiencia más, otra piso limpio. Y así, mientras el edificio se iba viendo desvalijado, ha pasado el transcurso de nuestros meses repleto de aventuras, de noches, de días, de musicales, de entrevistas, de personas, de pasiones, de meriendas, de tes y de sonrisas, risas y carcajadas.
Y al igual que el edificio, que poco a poco, sin prisa, se ha desnudando de sus plataformas, dejando entrever cada vez más su hermoso ladrillo pulido, nosotros hemos lustrado hasta el más mínimo detalle de nuestro primer año en esta ciudad maravillosa, que, como siempre he dicho, es glamurosa, es sensual y es mujer.

domingo, 9 de mayo de 2010

Sailing home



Anoche soñé que correteaba descalza sobre un suelo lleno de orugas en busca tuya porque no disfruté lo suficiente de los abrazos prometidos.
Quizás tampoco te los pedí.

martes, 27 de abril de 2010

Vértigo


Tus ojos, tus manos, tu risa y tu sensatez están en alguna parte. No por aquí.
Los días pasan con demasiada rapidez en estos lugares, tanto, que todavía no me ha dado tiempo a olvidarme de ti.
El mundo no tiene sentido alguno, y solamente en su sinsentido es un lugar seguro para decir que te volveré a ver- con más ganas-.
Tu desmesurada no-presencia me supone un alto riesgo de psicosis y paulatinamente creo sentir la necesidad fatalista de aniquilarte.
Total, un meteorito nos arroyará a todos en el 2012.

Lionel, utilizo tu fotografía ;)

domingo, 18 de abril de 2010

¡Bastaaa!


El sitio donde me escondo es un lugar seguro. Aquí tengo lo que más quiero: edificios imperiales que me dan los buenos días cuando me levanto, parques gigantes con muñecos de trapo que se ríen conmigo, palacios de piedra nívea y pulida, arte en cualquier esquina de las calles o estampidas de humanos a quien entrevistar en mis reportajes.
Me refugio entre los sueños que siempre tuve y que ahora se han convertido en rutina.
Y amo mi día a día, porque aquí tengo lo que más quiero: desayunos universitarios, sentimiento de vida propia, emociones enfáticas, llantos de alegría, sensaciones inexplicables y… y a ti.
Te tengo a ti, que no preguntas si vengo o si voy.
Tú, que te lanzaste a esta aventura sin saber que iba a ser tan emocionante.
Tú, que me soportas en mis días más alegres, y en mis días de bajón; cuando estoy cerca de ti y cuando te tengo a veinte mil leguas.
Tú, que no dudaste en confiar en mí como amiga.
Tú, frío y distante, que me muestras que me quieres sin besos, sin caricias, sin abrazos…
Tú, que has estado conmigo cuando te necesitaba y cuando no te necesitaba en absoluto; que has soportado mis caprichos, mis melodramas, mis rabietas, mis historias…
Tú, que todo lo sabes de mí.
Tú, que todo me lo cuentas…
Hoy cumples un año más, y, a pesar de haber dado el discurso más improvisado, aburrido y etílico de mi vida,- sobre ti, claro está,- te dedico hoy el ‘gracias’ que nunca te he dedicado por ser mi compañero, ya no sólo de pasatiempos y de residencia,… sino de vida.
Eres la frase que no sé acabar, el oído que no utilizo, mi ojo que no ve. Eres mi canción preferida, mi banda sonora de diario, mi guionista de la serie…
De sobra sabes que quiero que sigas siendo mi equipaje principal para cargar en todos los viajes que haga en el mundo, para cualquier destino que decida visitar por un tiempo largo o corto…
Quiero que veas cómo renuncio al casamiento de adolescente y cómo, ya adulta, acabo en un altar… por supuesto, quiero que estés ahí para mi tercer divorcio, y para cuando tenga la crisis de los cuarenta y me ponga menopáusica, cuando me convierta en una sesentona que quiere aparentar ser joven pero no puede, o cuando decida ser la madre más vieja del planeta…
Me da igual con qué situación me encuentre, sólo quiero que estés ahí….
Porque, amigo mío,- y siento que tenga que ser una ocasión especial para volvértelo a decir- quiero que me quieras presente en todos y cada uno de los cumpleaños que te quedan por vivir.

No puedes imaginarte cuánto te quiero.


Laura.

miércoles, 14 de abril de 2010

Todo


El todo es todo.
Abarca la inmensidad y todo tipo de artefactos.
En él, se encuentra la más pequeña partícula o átomo.
En él, se encuentra la más grande de las penas.
Es el todo lo que nunca se abstiene de nada ni de nadie. Ahí nos encontramos metida la humanidad entera.
Ahí estamos todos,en pelotón como cerdos embarrados, como perros abandonados en la infinidad de la incertidumbre.
No sé quién soy y me conozco mejor que nadie.
No sé a dónde voy y, en cada momento, he dirigido por todo el mundo mis errantes pasos.
Desconozco todo completamente.
Sin embargo, sé quién quiero ser y adónde me apetece ir, y eso, amigos míos, eso es suficiente.

El todo es todo.
Abarca la inmensidad y abarca la infinitud.
Y, señores… ya no hay nada más.

martes, 30 de marzo de 2010

Adiós



Ya no habrá hasta luegos para ti nunca más.
Mañana todo será real y quizás te eche de menos, pero no puedo prometerte nada.
Y, aunque lo más seguro es que no te quería lo suficiente, sé que tampoco te mereces el adiós.
Recordaré tus chistes que me hacían reír de pequeña,
y recordaré la manera despótica que tenías de mirar a la gente.
Recordaré cómo me piropeabas cuando cumplí 15,
y cómo dejaste de preguntarme qué tal me iba con verdadero interés.
Recordaré que fuiste una de las razones principales por las que me vine a vivir aquí,
y recordaré que, al igual que todos, me mostraste la verdadera cara de mi familia.
¿Mentiras, avaricia, arrogancia?
Rencor, sobretodo rencor.
¿Qué he sentido al perderte?
Hoy, para sorpresa mía, no hay melodramas,
sólo carne sin bombeo vital,
hilos de sangre escapando de tu cuerpo
y llamadas constantes para preguntar por ti.
Pero ya no estás,
y tu billete no es de regreso.
Tú eras mi familia.
Luego, deseé que dejaras de serlo.
A continuación sentí conmiseración por ti,
hasta que tu parte más inhumana salió de su escondite.
Tal vez me equivoque diciendo esto último.
Después de todo, sólo buscabas un motivo- humano- por el que volver a aflorar.
¿Sexo, juventud, lujo?
¡Qué más me da!
Finalmente me acostumbré a tu ignorancia y aprendí a ignorarte.
No te estoy echando nada en cara,
al fin y al cabo tú también tines cosas que reprocharme:
No te llamaba el día de tu cumple
-más bien me importaba poco-
Te tildaba de misogino.
Critiqué tus necesidades.
Te grité que no me chillaras.
Hasta llegué a odiarte,
pero creo que fue porque no supe comprender tus razones.
Y ahora me queda el recuerdo eminente de tu ausente saludo
mientras lavabas el coche en casa de la abuela hace una semana.
Esa fue la última vez que te vi.
Creo que lo siento por todos los demás.
No será difícil olvidarte,
aunque, te soy sincera,
no tengo intención de ello.
Fuiste, y seguirás siendo, un elemento clave de mi vida.

martes, 23 de marzo de 2010

Quiero hablar francés.



Estoy lista para cualquier cosa.

Mis manos no han aprendido a hacer nudos marineros y tampoco son capaces de arreglar redes de pesca.
Mis brazos todavía no son válidos para sostener todo mi peso en una flexión, y mi peso no es capaz de soportar su número.
De igual forma, mis ojos no han aprendido a no ver esas cosas que invento; ni mis oídos a escucharme cuando me susurro entre las sábanas calentitas que es hora de levantarse.
Por la misma regla de tres, mis pies tampoco han aprendido nada nuevo, ni mis dedos, ni mi vientre, ni mis piernas, ni mi entrepierna.

Pero estoy lista para cualquier cosa: para tumbarme sobre el césped que hay enfrente de Palacio de Oriente las tardes que se presenten frescas, lista para soportar el calor madrileño, para probarme mis vestidos nuevos en la habitación o para jugar a que me desvisto con el vecino del hotel de al lado desde nuestras respectivas ventanas.
Y mientras algunas tailandesas aprenden a lanzar bolas de ping-pong a más de medio metro con la vagina, yo ando lista para cualquier cosa que se atreva -o no- a desafiarme.
A decir que no a las fiestas nocturnas que me propongas, sin tener que sentirme una aburrida después o incluso a declararme inocente si mato a alguien.

domingo, 14 de marzo de 2010

T


Con mucho limón, azúcar y muy calentito, así es como a Aurora y a Noemi les gusta el té.
Las tardes se pasan como muchas otras, entre risas, cotilleos, y teorías existenciales en alguna de las habitaciones de la residencia.
(Las noches ya son un tema a parte)
Mientras tanto, a sorbos grandes, dejamos los vasos vacíos; y uno detrás de otro, al final ya no quedan sobrecillos de té por ningún lado.
Ahora, que no tenemos teína, somos adictas a las tardes que bebemos las tragicomedias de nuestra vida.

martes, 9 de marzo de 2010

No soy ningún monigote


Esta es mi cabeza.
Sobre ella se balancea mi cabello- encrespado algunas veces- al son del viento; y sobre ella anda a menudo, atareada, una Laura que se obliga a sí misma a ser cuerda, pero sólo consigue, y ella bien lo sabe, andar colgada como muchas otras, en postes de madera con pintura desconchada.

Estas son mis cuerdas, y sólo las ato cuando me apetece.
De ellas cuelgan penas ahorcadas y nacen diversas risas que varían en función del momento, como si supieran de antemano cuál es la correcta en cada situación. A veces me hacen perder la voz, y otras muchas, la coherencia. A pesar de eso, las adoro, porque sé también que ellas me aman. Son mi único amor incondicionado.

Este es mi cuerpo.
Algunas veces lo vendo y otras lo regalo- al mundo, no a la gente-. Normalmente anda con paso envanecido, aunque, en días de tristeza, se encorva.
Sobre él se encuentran mis hombros, que detestan ser rudos; mi ombligo, que, por el contrario, le encanta ser el centro de atención, y también mis diminutos pechos que a nada temen.
Siempre podría pedir uno mejor, pero entonces, me privarían del vicio que tengo de quejarme.

Esta es mi mente.
Testaruda, orgullosa y dramática, me defiende incondicionalmente ante factores externos, como los gritos de un amigo enfadado, los llantos de reproche, las risas que se abalanzan a atacarme o las amenazas de cualquier ser estúpido que me encuentro por la vida. A veces sueña con jinetes perversos, y otras veces piensa en ti. Otras, simplemente se queda en blanco...

Siempre me pregunto de qué manera acaban las cosas y es por eso que a veces olvido que todavía existen.
Como muchas otras veces, hoy escribo sobre mí, porque sé que siempre me tendré vaya a donde vaya sin importarme el destino final.

domingo, 7 de marzo de 2010

Perdido entre tanto encanto


Ayer soñé con un jinete.
Tenía capa y botas negras,
y sombrero y cinturón negro.
El caballo que montaba,
cuyo lomo acerado cabalgaba al son de la muerte,
era también oscuro,
como el azabache.

El jinete negro no tenía límites ni destino alguno.
Su objetivo principal se veía abrumado por la amargura de la indeterminación.
Pero, sin que eso fuese un problema,
seguía su paso a trote
mientras pasaba desiertos,
mientras descubría ríos y manantiales,
mientras se adentraba en selvas frondosas;
mientras cruzaba carreteras.
Mientras visitaba poblados.

El jinete negro era astuto,
como las ratas que nos roban la comida.
Era vil,
como la Cruela de Disney,
Y era impiadoso,
como el ser que no tiene conciencia.

Mi jinete negro mataba gente:
Les degollaba,
dejaba rodar cabezas,
extirpaba entrañas y vicios,
arrancaba ojos,
cortaba manos y pies.
Asfixiaba a mujeres,
violaba a niñas,
asesinaba a hombres
y comía la carne tierna de los muchachos.

El jinete negro era malvado,
despiadado,
insensible,
inhumano, rústico y bárbaro.
Era sanguinario,
temerario,
salvaje y fiero,
vándalo,
rudo.
Era sádico y violento.

Al jinete negro le encantaba la noche,
y sus manos ensangrentadas hurgaban en los pechos de mujeres ya muertas.
Blandía una única espada,
y con ella partía a la gente en dos.
y tres, cuatro y hasta en cinco cachos.
Oh, sí, el jinete negro quitaba vidas,
quemaba bosques,
y destrozaba cuerpos...

¡Pero qué bien me hacía el amor!

jueves, 4 de marzo de 2010

Zoom (2)


Soy un marido en Nueva Jersey que pronto se dará a la bebida porque anda obsesionado con encontrar a la bella Scarlet, a través de unas pruebas de laboratorio que le hice a una mancha de pintalabios en una colilla tirada en el suelo de un edificio de Nueva York, donde supuestamente paseó aquella mañana mi querida para hablar con el editor,trajeado y atractivo, de su próximo libro titulado Me ire cuando no te enteres.
“Tranquila, la ilustración de la portada quedará fabulosa”

sábado, 27 de febrero de 2010


TOC-TOC

-¿Quién es?
-El Lobo

jueves, 25 de febrero de 2010

¿Tengo?


Tengo una ciudad que me observa cuando quiere y cuando no, trata de empequeñecerme para poner a prueba mis métodos de supervivencia entre tanta aglomeración.

Tengo un vaso de té bien calentito sobre mi plisado ombligo y se me antoja un olor a gominola por toda la habitación.

Tengo, desde mi ventana, una torre con un reloj que se divisa a poca distancia, que centellea luces al rojo vivo y que, cercano, va marcando sinuosamente el paso caduco de mis pestañeos. Hasta convertirse en ojos cerrados. Hasta que se pierden en las anchas avenidas de mis pensamientos. Hasta que alcanzo a soñar contigo.

Tengo una flor vieja que no parece querer marchitarse, y que, a pesar de ello, resistiéndose a quedar aniquilada, su tallo curvado y poco envanecido se arquea más, llegando al final de su existencia, cada vez que piensa en ti.

¡Quién te ha visto y quién te ve (y sombra de lo que haces)!

Yo lo hago a distancia, desde mi pequeño rincón- con olor a golosina- y te imagino con tanta firmeza, que a veces olvido que todo lo que me queda de ti es tu recuerdo eminente que se pasea con airosidad de un lado a otro mirándome y ¿sonriéndome? mientras me llevo el vaso de té a la boca, dispuesto a apagar el ardor que éste deja en mis labios con un beso.

La gente se equivoca cuando dice que lo onírico es para los muertos; ellos no pueden soñar.

jueves, 18 de febrero de 2010

Oda a la Galleta de Chocolate.

Eres mi musa.
Mi fuente de inspiración.
Mi orgasmo diario.
Tú, querida,
eres la dosis de dulzura,
la que más me ama,
la que deja que le coma con ansias
y la que no se asusta de mi amor.

Eres belleza, tierna dama,
Eres la razón de mi agonía
y del sentimiento de satisfacción posterior a tu deguste.
Eres dinamita placentera.

Tú, calórica y lipídica,
me miras y me pides que te necesite
y no temo a tu abandono
ni miento cuando digo que sin ti no podría vivir.

Deja que te de sólo un mordisco más.

sábado, 13 de febrero de 2010

Me apeteces hasta el punto de no apetecerme.

Hoy odio al mundo el triple que ayer y no sé si es porque me ha bajado la regla o porque realmente alguien trata de humillarme.
Adivinad cómo una se siente en estas situaciones… Exacto: idiota.
Hoy mi cuerpo me detesta por no salir de carnavales.
Hoy mi mente… mejor no os cuento.
Mañana sólo espero estar concentrada para estudiar. Todo lo demás intento que me de igual.

lunes, 8 de febrero de 2010

No creas todo lo que digo


Llueve en Madrid y mi bonita flor amarilla ha sufrido un pequeño accidente. No me conoces, ni si quiera creo que me importe.
¿Cómo he sido capaz, dime, de volverme más tarada aún de lo que estaba?
Intento imaginarme el mañana, pero no soy capaz de hacerlo contigo. Creo que tampoco me apetece perder mis días pensando en lo podría ser y no es; pero aquí estoy, escribiendo de nuevo sobre lo que me gustaría que bajo ninguna condición me gustase. ¿Y qué es eso, tú, o lo de perder la cabeza?
Ya os lo dije. Majareta perdida.
Sé que no es demasiado tarde ni temprano como para delirar a estas horas del día, sin embargo no puedo irremediar mi estupidez y sé que quienes me leéis a diario acostumbráis a entreverlaJustificar a ambos ladossiempre entre línea y línea. No me juzguéis, por favor.

No te tengo materializado, y no estoy ciega, vendada o amordazada, sólo trato de conceptualizar por enésima vez mi postura en el tablero.

Hoy es día de chimenea y manta, pero ya veis, por tener, no tengo ni calefactor.

viernes, 5 de febrero de 2010

Zoom (1)

Soy el Inframundo donde habita el Demonio que espía al Dios que vigila la destartalada casa que contiene el laboratorio subterráneo y frío del científico loco que no cree ni en dioses ni en demonios y que observa por un microscopio el átomo indivisible en la molécula de agua del cromatismo de color del pintalabios incrustado en la colilla tirada, abandonada y pisoteada en el suelo de la planta número 19 del edificio más alto de una de las calles que traspasa horizontalmente la Quinta Avenida de Nueva York.

“No hay duda alguna. Es de ella.”

martes, 2 de febrero de 2010

Pellizcame

La ciudad inmensa ya no huele a muejr, ahora huele a ti, y por eso, he colgado mi blusa a cuadros en el balcón, para llevar tu olor impregnado en mi persona.
Mientras tanto, la noche se transforma en intenso sabor a revolcones pretéritos en una cama estrecha y blanda y el espejo me mira pervertido con el reflejo de tus manos estrechando mi cuerpo al tuyo y exprimiendo mis pechos como dos limones pequeños con el jugo ajustado a sus dimendiones.

Esta vez son tus hábiles abrazos los que se han ido. 'Hasta luego' a tu desnudez y al placer de poder lengüetear tu pezón empiercinado. 'Hasta luego' a los dolores de espalda por la mañana y a los masajes sin condiciones. 'Hasta luego' al hecho de poder saciarme de ti.

Primero los osos, y ahora tú. Quizás, con un poco de suerte, volváis alguna vez los tres para embadurnarme en la ducha y lijarme los hombros con mi esponja.
Voy a echarte de menos, si es que eso no lo hago ya.

Por cierto, ¿dónde está mi uña roja?

domingo, 24 de enero de 2010

ilustración


De mis entrañas surgen cosas.

La golondrina que has dibujado y que quiere volar, escapar y sentirse libre, por ejemplo, o el viento exaltado que azota la piel sensible de las personas.


De mis entrañas surge el amanecer resplandeciente de la mañana y me invita a contemplarle con admiración y deseo, que ya no sé si del sol me he enamorado o es únicamente pasión matinal que me hace perder la cabeza cuando, con su lengua brillante, me incita a sentir orgasmos.

De mis entrañas aparece la tibia suavidad de los pequeños placeres, su tacto sedoso y su interior chirriante. La calma y la quietud se desbordan también de mi vientre. Me domina el deseo de querer y el deseo de alcanzar lo que nunca antes había logrado.


La noche, por ser noche, es bella y enigmática, y de ella trasciende el misterio de añorar abrazarte como lo hacen entre sí mis intestinos, revueltos como dos cuerdas liadas que no se pueden desatar. Así, ahora mismo y no mañana, aquí en este lugar y no en otro. De esta manera es como tenemos que perdurar: entrelazados.


De mis entrañas surge la indiferencia, esa que descompone las risas y desmitifica el amor.

De mis entrañas surge la desesperación por sentir una vez más que no estoy loca y que lo que cuento es y fue absolutamente real.

De mis entrañas surge hasta el vacío, tan vacuo y profundo como siempre, tan infinito, tan agonizante, tanto, que si no supiera que de ellas nacen mis pasiones, habría quedado ya atrapada en los barrotes de metal de la prisión de mi mente.


Ya veis, de mis entrañas surge mi deslealtad y mi poca cordura, mi cariño y honestidad, mi sorpresa y decepción, mis temores, mis ideas, mis llantos, mis dolores… Tus ojos, tu boca, tus cabellos, tu sonrisa… Surgen estas figuras literarias absurdas, deprimentes y tan típicas, que a veces también surge deliberadamente la frialdad de mi cuerpo cuando me susurras que soy tuya y cuando observo que me miras con cariño para no convertirme en una cursi


De mis entrañas nace mi rutina y mis quehaceres, mi yo, mi tú… todo lo que está en mí, para después estropearlo todo pensando como un ilustrado.

miércoles, 20 de enero de 2010

Los fantasmas de mi vida


Ni fantasmas, ni energía, ni sustancia, ni desmateria. (ahora reinvento el castellano también) Pulverizada quizás, ignorante es lo más seguro.

Sedúcete a ti mismo y ámate locamente- hasta encontrar a alguien mejor que tú- como todo envidioso y egoísta. Yo lo hago.

Me siento tan llena a veces, que noto cómo me falta tiempo y espacio para quemar- como si fueran calorías- la felicidad que, muchas veces, me lleva, como ahora, a suscitar la tragicomedia y pensar, de repente, que me apetece notar tu espalda tras la mía durante un rato. No pido nada más de ti por si acaso te amedrentas.

Los fantasmas no existen, como tampoco lo hacen el amor como sentimiento universal, la vida extraterrestre verde y con antenas disparadoras de rayos láser, o el placer del orgasmo simultáneo. Pero esto último es hablar de sexo y mi vida es todavía muy joven.

(Y así es como Laura vomita las palabras tal y como desordenadamente las piensa)

El fantasma- que no existe- me mira, y la insustancia (ya os dije que me dedico a reinventar el castellano) no ha reparado en mí. Lo material no tiene ojos y a la energía le importa tres pimientos que esté aquí o allá, porque, ya sabéis: yo no me destruyo, yo me transformo.

Y tú, que más bien estás lejos, te transformas en recuerdo que se resiste a la destrucción.

jueves, 14 de enero de 2010

¿Tu nombre, por favor?

Quería escribir acerca de cómo irremediablemente escucho tu nombre por todos los lados.


Eres el locutor de radio de la Ser.

Eres el encargado del periódico digital de mi residencia.

Eres un ejecutivo con su maletín en el Vips.

Un alumno que sube rápido las escaleras de su facultad.

Un tipo detrás del teléfono de la recepcionista de Arti.


Las casualidades son macabras, y suelen surgir en las situaciones menos oportunas.... Aunque, bueno, tu aparición tampoco lo fue.

sábado, 9 de enero de 2010

Caos por segunda vez.


Caos de nuevo. Desearía con toda mi alma dar media vuelta y marcharme, pero, sin nada que se pueda hacer, quedo tiesa como una estatua mirando cómo pasa lo que deseo no desear.


Sí. Veréis, no sé si me explico bien o no, en realidad siempre he sido un poco inepta para estas cosas estúpidas y banales que no tienen importancia alguna, pero lo que he querido decir desde la primera línea ininteligible y absurda que he escrito, es que yo solita me limito.

Me limito a dejarme arrastrar por el caos.


¿Sabes? Yo sí que creo en dioses, diosas y estrellas que guían, al igual que creo que inmolando mi alma y mi mente por unas horas- efímeras y caducas- contigo no es la mejor manera de regresar a… ¿mi lugar?

Quiero decir… ¿de verdad tenías necesidad de venir y besarme, acariciarme, hacerme el amor… abrazarme? Ahora no tengo más remedio que echarte de menos en contra de mi voluntad sin ni siquiera saber si tú pensarás en mí. No es justo.


No quiero evidenciar lo opio, ni dejar vulnerable mi persona, pero recuerda que una vez tu boca supo a mí, que tus manos me agarraron al galope y que todo esto es culpa tuya, porque yo te avisé, pero no hiciste caso y preferiste embelesarme.

Tramposo.

miércoles, 6 de enero de 2010

Perdidos


Ven caminando, dices, lentamente.

Mis pies no han hecho más que emprender el atenuado paso que no deja huella. ¿Cómo podrás seguir, entonces, el camino que quería mostrarte?


Ven gritando, dices, en susurros.

Mi voz no ha hecho más que comenzar a fatigarse sigilosamente para alcanzar el silencio que creo que me pides. ¿Cómo podrás oír, entonces, todas las cosas que me quedan por decirte?


Ven encubierta, dices, y recatada.

Mi cuerpo no ha hecho más que esconderse y amainarse como el frágil viento que no blande los finos brazos del vulnerable árbol en invierno. ¿Cómo podrás recordar entonces mi rugosa, atribulada y afligida piel esperándote desnuda?


Ven, dices. Pero no pienso ir.

Pareces tan perdido en tu propia diligencia, que no infundes garra alguna.


Y, tal y como parece, yo también ando perdida.

lunes, 4 de enero de 2010

Mi lista negra

Odio y detesto con toda mi alma estas cosas:

No me cortes las alas al volar.

Mi corazón se ha roto.

Eres mi vida.

Sin ti no puedo seguir.

Siento que me muero si no estás.

Te doy mi alma.

Desde que te fuiste ya nada es igual.

Siempre te querré.

Te amo.

¿Te quieres casar conmigo?

Cariño mio

Eres mi vida.

Y demás gilipolleces y blasfemias.

sábado, 2 de enero de 2010

Caos


Tu existencia es más caótica que incluso Sao Bento en sus batallas de alboroto; y te aseguro que mareas más que toda la multitud gritando en plena calle mientras se pelean para venderte el utensilio menos insólito que se haya visto.

Eres como la lluvía fría - sí, estoy haciéndo símilies- que cae de repente, y sin avisar, al mediodía mientras nos bañamos en la piscina de agua caliente, naranja, pequeña y ovalada del hotel.

Te has convertido en el anticuerpo dorado y cáilido que nunca quise encontrar, en el punto que sobresale de todo este país.

Y te impregnas en mi cabeza como la fragancia fuerte de un perfume que hace turbar hasta los pensamientos menos osados.

Para que no me sobrevalores: ¡no veas qué culos tienen las brasileñas!