jueves, 31 de mayo de 2012

Mátala por la mañana



Mátala por la mañana,
la vida no la necesita.


¿Qué hacéis?
¡No os quedéis ahí parados!
Movamos ya el tedio de su sitio,
rompamos todos los jarrones de la casa,
compremos peceras
para dejarlas vacías en lo alto

del armario.


Los malos peces nacen solos
 y te miran complacientes
porque se alimentan de tus parásitos.

Por eso.

Mátala por la mañana,
la vida no la necesita,
y tú tienes que lavarte las manos.

Antes,
no después,


Que el trabajo sucio nunca se limpia

viernes, 25 de mayo de 2012

Vergüenza colgada entre las piernas

Hoy he salvado una vida.

Yo venía con las manos sucias de tocar la calle; con la sombra caída sobre los ojos y la vergüenza colgando de  entre las piernas.
Cuando la vi, -la vida- tirada en el suelo, crucé de largo, esperando que otras manos que no fueran las mías le ayudaran. Pero luego pensé en el karma y me dije que no querría un castigo doble.

Entonces di la vuelta y la observé bien: era pálida y fría. Estática. Dura. Tenía la piel rugosa y vomitaba clemencia. No era una vida desgastada, solo una vida torpe que cayó sobre el desperdicio de la desgracia.
Cuando olió mis manos, dio media vuelta y respiró para coger aliento. Aunque me sentí ofendida, al menos supe que mi deslealtad servía de algo.

Y como hoy he salvado una vida, podré perdonarme haber roto una ilusión.

Y la vergüenza la colgaré de las orejas.