El ruido crea nuevos sentidos. Puede, por ejemplo, traernos nuevas figuras de santos sobre los que nunca se escribieron.
El ruido nos muestra información errónea, nos desactualiza y en algunas ocasiones nos ofrece jaquecas.
Se dedica a dejar torpes y gansos a los elogios, y a embellecer todo tipo de groserías. Intenta con frecuencia malversar y apropiarse de las palabras y, en ningún momento, tiene la buena intención de marcar su ritmo al compás de un agradable sonido.
Aunque, sin querer, puede salvarnos de realidades y traernos la -bonita- historia que nunca tuvo transcurso.
(Es el ruido de tu silencio el que más disturba)
Ruido (RAE): Ling. En semiología, interferencia que afecta a un proceso de comunicación.
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