martes, 11 de noviembre de 2008

Remolino de comida


Sonó el exasperante ruido de la cadena, y la muchacha vio de rodillas cómo en un remolino desaparecía toda la comida por las cañerías. Tras aquello se incorporó y con algo de agua, se limpió las lágrimas de la cara y el rimel que se le había corrido por el contorno de los ojos hasta llegarle a los mofletes. También se pasó los dedos por la comisura de la boca e hizo gárgaros con flúor para quitarse el mal sabor después de lavarse los dientes. De nuevo se apoyó sobre el lavabo y se contempló en el espejo, con repugnancia, con asco. Se llevó la camiseta y la arrojó por los suelos. De perfil, se observó con desgana. Tras aquello, hizo lo mismo con los pantalones y una vez casi desnuda, se midió el contorno del muslo con las manos. Se azotó una torta a ella misma, aunque, segundos después volvía a contemplar su vientre. Se desabrochó lentamente el sujetador, y sus bragas se iban deslizando por las piernas. Cuando se vio desnuda, posó ambas manos en los pechos y los apretujó fuertemente. Seguidamente, se soltó la melena lisa, larga y morena. Segundos después rompió en el llanto más absurdo del planeta. “Cariño, ¿pasa algo?” le preguntó la dulce voz de su madre tras la puerta del baño. Corriendo se volvió a vestir, se secó las lágrimas e, intentando no hablar en ahogos, le respondió que sí. Horas más tarde, después de haber devorado unas galletas con ansiedad y gula, el remolino en el inodoro volvía a moverse rápidamente.
Laura Martínez.

6 comentarios:

Apát Lajos dijo...

Visita el otro blog que está al lado del tuyo en el mío. Es de una chica así.

Laura dijo...

"Es el camino lo que de verdad importa y no alcanzar la meta que persigue ese camino, porque, ¿qué sucedería si una especie alcanza un punto de su evolución en el que encuentra todas las respuestas y en ese mismo instante el Universo cambia todas las preguntas?.
Si llegas al final, todo termina."

Apát lajos

Anónimo dijo...

Cuán dificil ha de ser la lucha diaria contra esa enfermedad.
Sic.

AdR dijo...

La ilustración de Botero es idónea. Del texto te digo casi lo de siempre :), que describes y escribes con más edad de la que tienes.

Besos.

nestor dijo...

Hola...estoy un poco atrasado con tus entradas que leere cada una como hago siempre.

vaya que tema éste y haces bien tratarlo porque de lo que se trata es hablar y no callar ni enconderse como hacen muchos/as.

Y cuanto de responsabilidad tienen los medios de comunicación masivos que te ametrallan con figuritas deseadas pero que no todas pueden alcanzar, y también nosotros como sociedad que, por lo general, deja pasar todo sin decir nada. Por eso muy bueno de tu parte tratarlo en tu blog y de una manera sencilla.

que andes muy bien y que tengas un buen finde...

Joa.diez dijo...

Sin palabras... es algo que te contrae y te pone el corazón en un puño.

un abrazo Lau