-No sentía en absoluto pena por ellas.- me contaba Seki- Andrea y Belén se han comportado de forma penosa, incluso parece que hayan perdido parte de personalidad.
>>Yo es que alucino con la gente. Son tontas, ¡son tontas! Mira que dejarse engañar... pues ¿sabes lo que te digo? Que se lo merece. No me da pena que luego el chico resultase ser rana… ¿Qué digo rana? Peor que eso, ¡Rata! Para que aprendan.
Supongo que al otro lado del pueblo Andrea seguiría sumergida en el recuerdo de ese tal Jony en la discoteca de Torrevieja y el beso fugaz, ( y lo digo casi literalmente, porque no fueron más de unos minutos, que, si tenemos en cuenta todo el follón que dieron para conseguir quedar, no es nada.)
-Pero… es que todavía no me cabe en la cabeza. Da igual… da igual, porque me voy a enfadar. ¡Me ponen enfermo! Menos mal que no estabas tú Laura, sino, a saber qué hubieras hecho también.
-Eh! No adelantes acontecimientos ni inventes historias, porque yo no estuve.
-Ya lo sé, tu estabas allá en ca’ Dios o como se llame. ¿California del norte?
Yo negué con la cabeza.
-Carolina del norte.
-Dios con que acento más pijo has llegado. Bueno, cuéntame algo de tu viaje.
-Puesss ya sabesss- mis eses eran aliteradas y las pronunciaba alargadas y con intensidad.- Fuimos a la pool todosss loss díasss... muchas Partiesss! Y vimos las... ¿Cómo se llaman? Las water fallsss, seki… las…. –mientras chasqueaba los dedos.- Sí las casscadasss…
Ezequiel me ponía cara de “Dios, que tonta y que pija y que envidia que le tengo”
-Sí hija sí, menos mal que mandaste un e-mail en el momento más necesitado, porque las dos tontas estas me dejaron plantado por un tío que luego las insultaban. En fin, no es la primera vez ni será la última que les pase. ¡Es que nunca aprenden!
Laura Martínez.
>>Yo es que alucino con la gente. Son tontas, ¡son tontas! Mira que dejarse engañar... pues ¿sabes lo que te digo? Que se lo merece. No me da pena que luego el chico resultase ser rana… ¿Qué digo rana? Peor que eso, ¡Rata! Para que aprendan.
Supongo que al otro lado del pueblo Andrea seguiría sumergida en el recuerdo de ese tal Jony en la discoteca de Torrevieja y el beso fugaz, ( y lo digo casi literalmente, porque no fueron más de unos minutos, que, si tenemos en cuenta todo el follón que dieron para conseguir quedar, no es nada.)
-Pero… es que todavía no me cabe en la cabeza. Da igual… da igual, porque me voy a enfadar. ¡Me ponen enfermo! Menos mal que no estabas tú Laura, sino, a saber qué hubieras hecho también.
-Eh! No adelantes acontecimientos ni inventes historias, porque yo no estuve.
-Ya lo sé, tu estabas allá en ca’ Dios o como se llame. ¿California del norte?
Yo negué con la cabeza.
-Carolina del norte.
-Dios con que acento más pijo has llegado. Bueno, cuéntame algo de tu viaje.
-Puesss ya sabesss- mis eses eran aliteradas y las pronunciaba alargadas y con intensidad.- Fuimos a la pool todosss loss díasss... muchas Partiesss! Y vimos las... ¿Cómo se llaman? Las water fallsss, seki… las…. –mientras chasqueaba los dedos.- Sí las casscadasss…
Ezequiel me ponía cara de “Dios, que tonta y que pija y que envidia que le tengo”
-Sí hija sí, menos mal que mandaste un e-mail en el momento más necesitado, porque las dos tontas estas me dejaron plantado por un tío que luego las insultaban. En fin, no es la primera vez ni será la última que les pase. ¡Es que nunca aprenden!
Laura Martínez.
8 comentarios:
que conste que lo de envidia me lo confesó él :-D
Al final sí aprenden... pero muy al final :), casi cuando ya no hacía falta. Aunque es cierto que esto son historias de ayer y de hoy, y sin duda de mañana. Como la envidia, quién no la tendría!!
Un saludo.
Cierto... :-)
¿Te he dicho ya lo estupendísima que eres?
Muchas gracias Francisco, pero no creo que lo digas por esta entrada xD
No, lo digo en general...
No me lo puedo creer...
estáis brindando con copasss de aguasss.
Besosss
que va!, ese era nuestro "chupito" de tekila jajajaja
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