martes, 25 de noviembre de 2008

¿?


La mujer que había dentro de mí me hizo estremecer. ¿Quién me reconocía? Tras mirarme la mano ensangrentada y contemplar el cuchillo clavado en su vientre, comprendí que aquella no era yo.
El cuerpo yacía, inerte, en el suelo, y el espesor de aquella sangre impregnada en su blusa, aún estaba fresca. La muerte se olía a distancia.
“Piensa en el niño” dijo con un último grito de desesperación cuando supo que iba a arrebatarle la vida. Lo que él no sabía era que el niño ya había sufrido lo mismo, y que, tarde o temprano, yo también. Iba a volverme loca. De hecho, ya lo estaba.
Laura Martínez

3 comentarios:

Alberto López Cordero dijo...

Un texto excelente y más en un día como hoy en el cual todos debemos aportar nuestro pequeño grano de arena para erradicar de una vez por todas esa lacra llamada violencia de género. Besos.

AdR dijo...

¿?

Belén dijo...

Ostras, que manera mas original de hablar de la violencia de género...

Besicos