martes, 12 de febrero de 2008

¿QUIZÁS SEAN LOS TUYOS?


La calidez de su aliento me impedía respirar. Cada vez estaba más cerca aquella sensación de embriaguez que emanaba su mirada, que me cautivaba con tan sólo mirarme. Aquellos ojos que carecían de expresión me asustaban, y yo quedaba paralizada sin poder moverme, como si hubiera puesto sobre mí un hechizo de parálisis total.
Quizás, inconscientemente, me gustaban aquellos ojos, y creo que yo les gustaba a ellos también, porque recuerdo que me miraban fijamente sin parpadear si quiera, como esperando a una pequeña reacción mía. Lo que él no sabía, era que sus ojos eran la razón de mi inmovilidad.
Atracción era la palabra… como un deseo perturbado en las mentes, que nos invadía a ambos; más la sensación de sus ojos sobre mí, como una oleada que te atrapa en medio del mar, fue lo mejor de la noche. Sentir su respiración intensa sobre la mía y mi corazón palpitando nervioso de emoción.
De repente, desperté. Apenada busqué aquellos ojos por la habitación medio oscura, más nada encontré. Pero era una sensación extraña lo que tuve al poder sentir su esencia sobre mis sábanas. Sin duda, había sido más real de lo que yo había imaginado. Y ahora ando en busca de aquellos dos ojos.

Deja que te vea bien… ¿Quizás sean los tuyos?


Laura Martínez.

5 comentarios:

Matías Irarrázabal dijo...

Buscando ojos que te atrapen y te desconcierten

interesante texto

tienes mucha creatividad

eres de verdad un aporte


saludos cordiales

Admin dijo...

uh si son los mios :P me gusto tu entrada.

Matías Irarrázabal dijo...

SOlo paso para decirte que muchas gracias por interesarte en los viejos escritos hoy fue muy grata la conversación espero que nos conoscamos más
saludos cordiales

http://asociaciondelbuenescribir.blogspot.com/

titin dijo...

a carai...

me gusto el escrito... el pendiente del final, fue lo maximo...



saludos desde titinlandia

yorkperry dijo...

feliz día!