martes, 5 de febrero de 2008

SIN RECUERDOS...



No te extraño en absoluto ¿Acaso crees que pienso en ti, en nuestros momentos pasados? ¿Crees acaso que eres tan importante para mí como para recordar otra vez aquellas horas... aquella noche...? Serías un tremendo estúpido si pensaras eso, porque no voy a recordar los cálidos y placenteros minutos que ambos pasamos; aquellos segundos de pasión donde nuestros perfectos cuerpos, o así los creíamos, se posaban uno encima del otro, mientras nuestro pensar se exaltaba y enardecían nuestras bestias internas jamás descubiertas hasta entonces.

Me niego a recordar, paso tras paso, lo que tus manos fueron atando en mi cuerpo, mientras éste te entregaba las cuerdas necesarias para que no tuvieras problema alguno; ni recordaré tus cálidos susurros justo detrás de mi oído y que hacían que la pelusilla de mi nuca se erizara de emoción; aquellos susurros que emanaban poesía y verso, que creaban metáforas a partir de nuestra penosa e inexistente historia. Historia que pasó a formar parte de la historia.

Tampoco pensaré en tus caricias llenas de ternura, que hablaban a través del tacto y, que, si callábamos un poco, podíamos escuchar el leve sonido de su código; ni de tus miradas acechándome y despojándome de cualquier prenda que llevara puesta, pues los ataques incisivos de tus ojos me desnudaban; o cómo, sin preámbulo alguno, esas miradas pícaras de ambos atestaban sinfonías ardientes y completas de sinceridad pasional.

No, no voy a seguir recordando tu aroma de chico, (ya que ni siquiera eras hombre todavía), aroma que captaba mi olfato a un año luz de distancia , y que sigue perdurando aún con tu ausencia; porque se quedó, o eso creo, impregnado en mis ropas y en mi piel y ya no puedo deshacerme de ello.

Tenlo muy claro, olvidé las palabras que tu boca vomitaba casi automáticamente al verme pareciendo ser ese tu lenguaje habitual... aquellas palabras que decían: “Preciosa criatura... como una araña y yo su mosca atrapada en sus hilos...” y a pesar de ser horrendo, hasta me parecía lógico y bonito; perfecto para la ocasión.

Ya no recuerdo que me hiciste sentir libre de cualquier contrato firmado, libre de cualquier moralidad, de cualquier respeto que pudiera tener hacia algo, libre de cualquier educación y modales, libre para conocer mi lado rebelde, mi lado pasional, mi espíritu hippie y abundante de emociones, como un caballo salvaje recorriendo los campos hasta el fin del mundo; libre de cualquier complejo que mi “yo” anterior pudiera poseer.

No, ¿Acaso crees que recuerdo cómo ambos disfrutamos de los misterios de la noche, de sus placeres escondidos tras los árboles del bosque y que ambos descubrimos juntos?
No te extraño en absoluto, ya no puedo recordar si quiera....
Aquí tienes la prueba, ¿O es que acaso también dudas de mi palabra? No recuerdo ni siquiera que todavía puedo recordar... pero eso es un secreto sólo para ti, por si acaso algún día tú no recuerdas algo, yo recordaré que recordaba, y te contaré detalles de nuestras ganas y expectativas de si la noche estrellada guardaba algún pequeño y travieso placer... te recordaré que tú y yo pudimos llegar a ser uno...



Laura Martínez.



4 comentarios:

Cecilia Reynal O'Connor dijo...

Hola Laura,
me gusta cómo escribes, en este caso tu ironía, tu sensibilidad y honestidad juntas...hasta tu bronca, de quizás saber que esos recuerdos van a estar contigo siempre, y más allá del amor o proyecciones y esperanzas, los primeros lindos recuerdos son los mejores, los más intensos, que conservarán esa mágica inocencia. Inocencia que algún día perderemos, pero volveremos a encontrarla. Eso seguro.



Mi arte, también es mío, viajo y exploro, y sigo buscando.

saludos,

Cecilia.-

Anónimo dijo...

Solo decirte una cosa:
IMPRESIONANTE
Me encanta como escribes y me has dejado anodada, sabes? Aun que sea una historia personal mucha gente puede sentirse identificada...
Muchos besitos

Laura dijo...

Gracias a las dos...
anónimo, quien eres??? =-D

Paulina dijo...

Este escrito en particular me ha gustado mucho, una combinación de antítesis, rebeldía e inocencia, tanto en tu historia como en tu manera de escribir...me hace recordar e inevitablemente, aunq no completamente, sentirme identificada en algún momento de mi vida.
Estaré visitando tu blog.
Saludos!!