lunes, 11 de febrero de 2008

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Intenté escribir poesía esta noche. No lo hice tan mal como otros días, pero no fue lo que yo esperaba que me saliese.

Por eso decidí hacerlo en prosa, quizás me salga mejor.

Empezaré contando que acabo de abrir la ventana. Tal vez eso a vosotros no os diga mucho, pero tenéis que oír la historia entera:

Todo comenzó hace bastante tiempo, y no vale la pena hablar del pasado, así es que no lo contaré, sólo hablaré de ayer y de cómo él me inspiró confianza. Él medio seguridad, ayer me sentí bien y se lo dije. Tal vez no fue de la forma más adecuada y como una lo sueña, pero sus ojos me transmietieron confianza.

_Te quiero_ le dije.

Esas palabras bastaron para hacerme sentir libre de esa atadura que tenía hace timpo.

Es una historia bastante rara y sin final. él se iba a vivir fuera y lejos y no nos podríamos ver; tal vez fue ese el gran inconveniente.
Me contestó algo que yo no esperaba:
-Pero no podemos juntarons porque no estamos juntos._ me dijo con voz melosa.

Pero aquello¿Qué significaba entonces? ¿Qué él también me quería?
_Me voy a otro lugar, lejos de aquí.

Me sentí bien entonces. Pensé en que no me rechazó al menos.
Entonces, él se marchó y todo quedó en un "yo me voy muy lejos"

Abrí la ventana hace unos segundos, y le siento ligeramente cerca de mí.
Aquel olor a mojado y a hierba recién cortada; siento la lluvia caer sobre el asfalto, moja las calles... y el aire fresco entras por la ventana abierta.
Pero... ¿Sabéis? Lo gracioso es que el termómetro marca 30º, el viento es seco y cálido y no llueve. Nada est´mojado y no hay hierba alrededor.

Sé que esta sensación de unos segundos trata de él. Se quedó impregnado en mis recuerdos aquella sensación del norte, se quedó impreganado su perfume.

Tal vez no vuelva a verle, pero siempre quedará la sensación de lluevia, el olor de la hierba, pisar asfalto seco y verlo mojado... es el mayor recuerdo que tengo de él; el resto se reduce a un "yo me voy muy lejos..." "Pues márchate ya", y lo hizo. Cierro la ventana. El recuerdo desvanece, él ya no está. Vuelvo a l realidad de todos los días...

Laura Martínez.

2 comentarios:

Matías Irarrázabal dijo...

Es increible como ciertas fragancias no hacen rememorar lugares e incluso personas

Bastante interesante tu historia, no se si es con tintes de vivencia personal, pero en el comienzo parecia una autoreflexión que no entendía del todo pero me agrado

muchas gracias por tu aporte en la asociación

sigue asi

saludos cordiales

markín dijo...

Una más de tus experiencias, una sensación que quedará en ti con sabor a inconcluso.

Con el tiempo asumirá un valor, llevado a lo ideal.

La ilusión queda, igual que los sueños sin realizar.

Se lleva tu TE QUIERO y te quedas con ME VOY LEJOS.

Chau.