sábado, 5 de diciembre de 2009

Frofundo


Frofundo es el mar y frofunda es el alma.

Me quedo mirando frofundamente tu boca ilimitada,

tu lengua húmeda que insinúa coquetamente una velada traviesa,

tus pómulos marcados,

tu nariz pequeñita

y la frofundida de tus ojos.

Nada, obviamente nada, cubre este momento.

Frofundiza en lo que tengo.

Tú, sólo tú eres mía y solo mía y

yo, sólo yo, puedo frofundizar en tu sexo.

No soy machista, sólo un ser celoso,

un alguien que tomó parte de autoridad al ver que tú te dejaste colonizar.

Un humano que frofundizó en el sadismo al ver que la amante era carne de cañón.

Un hombre imperialista que ansía el poder de tu persona.

Frofundo es el mar y frofunda es el alma.

Mañana iremos de compras y te regalaré unos diamantes

y desayunaremos cruasanes frofundamente exquisitos.

¿Serás feliz incluso cuando te dedique mi violencia?

Supongo que sí,

hasta el momento en el que frofundices en el deseo de odiarme

por no poder dejar de quererme.

3 comentarios:

Juan Carlos dijo...

frofundamente extraño ^^

Laura dijo...

Es que mi poca cordura es también frofunda :)

MellamoAndrea dijo...

jajajaja laura esto es tuyo??? está muy chulo!
eh tia que no te olvido..
un besazo!