martes, 1 de diciembre de 2009

Navidades en polvos


La Navidad ya está encendida y junto a ella, las cándidas sonrisas. Mientras tanto, yo paseo entre el muérdago colgante como una idiota imaginándome alguna de tus miradas ambiguas o alguna de tus sonrisas latentes, de esas que promiscuen cuando, atrevidas, se acercan lentamente a mi entrepierna.
Sólo puedo decir que me gusta cuando me lo haces y que, entre las luces de la ciudad, he reinventado nuestros polvos una y otra vez. No por el desagrado e insatisfacción, simplemente por las expectativas del adelante- esas que no quiero tener porque me hacen sentir cada vez más incompetente con mi propio control-.
¡Oh, sí! a veces te recuerdo y otras veces trato de no recordarte. El resto de tiempo se pierde entre las grandes avenidas, esas de las que ya he hablado una y otra vez…
No sabéis qué irreal es pasear entre burbujas.

3 comentarios:

Belén dijo...

Lo que menos me gusta de las navidades es eso precisamente... la pocas ganas que tengo de recordar según qué caras...

Besicos

AdR dijo...

Yo pensaba que con este título el post iría sobre polvos mágicos...

...

Y sí, sí que va sobre eso.

Besos.

Laura dijo...

Jajajaja... polvos polvitos... como los de campanilla :)