sábado, 26 de diciembre de 2009

Pieles (3)


La historia de tus manos no es compleja, quizás sólo un poco más larga:

Primeramente intentan enlazarse entre mis dedos con un giro que me das al son de la música. Minutos después ya están subiendo por mi espalda, hasta acariciar los rizos que vuelan de un lado a otro mientras bailan locamente.
Cuando se deciden- y se atreven- vuelven a deslizarse hacia abajo para encontrarse con mi cintura.

Finalmente, sin saber cómo, indagan en lo más profundo de mi ser.

De esta manera comienza la historia de tu lengua.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaj.. sonde esta la historia de los ojos?
muak elle