miércoles, 23 de septiembre de 2009

A first class return to life

Esta noche he soñado en capítulos.
Era muy desconcertante despertarme automáticamente cada vez que el capítulo llegaba a su fin, y era más desconcertante aún que cada capítulo finalizara con una muerte o con la sonrisa minuciosa y malvada de un jocker o antihéroe de la historia.
El plano de aquellas sonrisas me quitaba el sueño y con impulsos, mi cuerpo se enderezaba y mi mano se estiraba hasta abrir la persiana un poco para contemplar en el fondo de la noche las luces de la ciudad reflejadas en la laguna rosa y salada.
Así me quedaba tranquila durante unos segundos.
“No ha pasado nada, todo ha sido un sueño”
Pero nada más cerrar los ojos, de nuevo la historia continuaba y otro capítulo derrumbaba las murallas de mi mente e invadía los confines de su tierra.
Y así pasaban las horas. El capítulo terminaba, mi cuerpo se despertaba y mis ojos contemplaban el paso de la oscuridad hacia la luz del día.

En el último capítulo salías tú, y para mi sorpresa no eras el rescatador que anhelaba, sino el tipo que guiaba mi vida hacia la perdición, aquel quien me hacía sentir culpable de cualquier cosa mal hecha, aquel quien me desnudaba delante de la gente- en los sueños suele pasar- y dejaba vulnerables mis pequeños senos a la vista de los demás. Eras aquel quien me llevaba de paseo hasta el pie de la montaña Oscura y Tenebrosa y a museos en castillos antiguos que escenificaban la historia de su rey egoísta e insensible con muertos de verdad.
La guillotina estaba expuesta en el centro de la sala, aunque era lo que menos miedo me daba, a pesar de que decapitaba a visitantes como tú y, sobre todo, como yo. Pero tú estabas compinchado con a saber qué otro ser malvado y tu cuello quedaba totalmente a salvo. Mi cuello no tenía tanta suerte.
Pero, sin embargo, tus planes para mí no eran acabar decapitada por aquel artefacto, sino otros muy diferentes. Más aterradores que la misma muerte.
Después del paseo por el castillo-museo, me llevaste hasta la cima de la montaña. Era de noche y apenas se veía, así que aprovechaste y me besaste en el cuello sin que yo pudiera hacer nada para impedirlo, aunque tampoco lo hubiera hecho.
Mi piel se erizó y un escalofrío sacudió mi cuerpo. Fue entonces cuando me despojaste de la ropa y minutos después, de la piel.
Más desnuda y sometida que nunca, mis músculos visibles y sangrientos seguían con ganas de ti, pero, aunque en un principio parecía que sí, tú no me hiciste el amor.
Allí me dejaste, frágil, sola y sangrando pasiones soñadas.
“Me haré un abrigo contigo” y llevándote mi piel, bajaste de un salto de aquella maldita montaña. Yo, intentando imitarte, me precipité a saltar también y… mi vida acabó estampada en el rocoso suelo de aquel Reino Tenebroso, donde en los museos se guillotinaba a los turistas y donde los muertos servían de esculturas.

De repente desperté de mi agonía. Estaba a salvo.
La persiana seguía entreabierta y pude ver de nuevo la ciudad, aunque esta vez ya sin luces porque estaba amaneciendo.
No me pude volver a dormir. Cuando me levanté y fui a vestirme, encontré colgado en una percha el abrigo que en el sueño querías hacerte con mi piel.
No dudé ni un momento en ponérmelo y salir a la calle en tú búsqueda- o caza-.

6 comentarios:

Viictor. dijo...

Aii esta muy chulo!!
Vaya noche que has pasao!! Y yo mientras tanto soñando... con otras cosas xDDDDDD

Laura dijo...

Este victor... xD cochino!

Þórunn dijo...

Parece mas una pesadilla que un sueño malo. Yo tambien tuve uno el otro dia: estaba casada. Fue horroroso !!!

Saludos.

Laura dijo...

Jajajajajaja!!!

Porunn, sí, eso es una pesadilla auténtica xD

Anónimo dijo...

que tremendo que te acuerdes de tus sueños. yo lo olvido todo.
sueños en capítulos... eso jamás lo había escuchado.

Unknown dijo...

buf, vaya sueño, yo casi nunca puedo acordarme de los que tengo!

aunque me suele pasar que solo sueño cuando duermo la siesta, por la noche no, o no los recuerdo xD

mua :*