martes, 18 de marzo de 2008

QUISIERA OLVIDAR


Ayer me fui a la playa a olvidar. Olvidar el intenso aroma que dejaste, y así mismo, intentar que perdure uno nuevo que no sea el tuyo.
Cogí mis cosas, preparé mi bolsa de playa, y me dirigía hacia la parada de bus para poder llegar hasta el lugar que quería. Y allí que me encaminé yo un domingo a deshacerme de mis recuerdos.
Cuando me bajé del bus y me vi en la playa, mi pie sintió el tacto de la arena sobre sus plantas, y el cosquilleo que me proporcionaban; (me olvidé de que una vez tu me soplaste en ellos haciéndome sentir lo mismo)
Me quité la camiseta a rayas azul y blanca, y la falda veraniega que tenía para poder extenderme sobre la toalla con el nuevo bikini que me compré especialmente para aquel día; a la vez que me despojaba de mi ingenuidad cuando me desnudaba ante ti.
Me tumbé a tomar el sol, no sin antes ponerme protección solar. Mientras me embadurnaba de loción pringosa, me olvidé de tus besos sobre mi cuerpo dejándome parte de ti en él.
Cerré los ojos y me concentré en el suave código de las olas del mar, olvidándome de tus palabras que me susurraban eternidad. El Sol me quemaba la espalda; entonces desvaneció de mi mente el recuerdo del calor que tu cuerpo desprendía junto al mío.
Cuando decidí meterme en el agua, (una vez que ya me había tostado bastante), la salinidad del mediterráneo hacía que me escocieran las heridas, y me olvidé de las que tu me hiciste a lo largo de nuestra historia; y cuando comencé lentamente a nadar y sentir las corrientes marinas sobre mis piernas, me olvidé de nuestros paseos invernales en aquel parque donde siempre corría el viento.
Cansada, decidí tomar de nuevo un poco el Sol. Sentí cómo la brisa de fuera me azotaba el cuerpo y cómo mi vello se erizaba, entonces corriendo fue a coger una toalla limpia de mi bolso y me sequé; en aquel instante, olvidé el momento en el que tú me diste tu chaqueta aquella noche para resguardarme del frío.
Peor de repente el mar comenzó a enfurecerse, y el aire elevó su intensidad, (olvidé entonces la causa belis de nuestra distancia), y vi cómo el cielo nublado me quitaba el Sol y el buen tiempo, echándome de allí, y, sin remedio, cogí la toalla para espolsar hasta el último grano de arena que tuviera y , así mismo, espolsaba cada recuerdo feliz a tu lado. De nuevo me puse mi falda y mi camiseta rayada, y me marché.
El mar; al igual que tú, se había hartado de mi presencia, y me echó de aquel lugar a patadas; y, entonces, el intento de borrarte, se convirtió en un sinfín de recuerdos sobre ti, porque cada cosa que hacía la relacionaba contigo.

La historia se repite una y otra vez, donde quiera que vaya, donde quiera que me quede, dondequiera que intente olvidarte…

El destino me perseguía y nopude cambiarlo, así es que, derrotada, subí al último bus de la tarde, y me despedí del mar, al igual que hice contigo. La monotonía de la historia viene conmigo agarrada de mi falda, mirándome la camiseta a rayas…

Quizás en esta ocasión, la montaña sea el lugar ideal para olvidarte. ¿Probamos?
Laura Martínez

11 comentarios:

Jaime Daniel dijo...

Que relato más vivo el tuyo. Fue como estar sentado contemplándola en aquella playa luchando contra los recuerdos y el desamor.

Ojala que una avalancha de nieve allá en la montaña arrase con todos esos recuerdos, sino debería intentar con otro chico!!!

Abril dijo...

desgarrador por un lado, pero reconfortante por el otro, me encanta como escribes.

muacks

fm dijo...

hola Lau.es bueno tenerte de vuelta

Anónimo dijo...

Olvidar, recordar. Es todo un conjunto en mi vida. Si olvidara no sería yo mismo, es un ciclo que no para y me deja ser yo mismo. Me gusta como escribes. Me gusta como sientes. Me gusta como eres. ¿Me gusta? Besos de loki vinodelfin.

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

Probemos!!! Total no se pierde nada.

Un beso

Electric Feel dijo...

Sabes? tu relato me causo algo increíble, cerré mis ojos & senti que me volvia parte d la historia, siendo yo espectadora, contemplando tu lucha contra el olvido..
Aunque yo sinceramente no creo que las personas olviden a un ser amado,los recuerdos rondan siempre, lo que si creo es que rápidamente pueden dejar de amar, que es distinto.
Saludos :)

coco dijo...

Querida, yo, a partir de ahora, voy a intentar ahogarme en la playa cada día, a ver si consigo olvidarte. Pero no prometo nada. Se siente.

coco dijo...

Me gusta Fiona, pero esa canción de los beatles, me hace llorar.

Unknown dijo...

Parece que fue una historia completa que te hace ver cosas por todos los lados que te la recuerdan.

Sólo tienes que quitarte esas gafas que no te dejan ver la realidad y serás capaz de diferenciarla de los recuerdos.

Animo. Hay muchas cosas que ver.

Mefistófeles dijo...

Gracias por tus comentarios.
¿La historia se repite una y otra vez?.
Es cómo una historia cíclica?...
Ojalá que no...
Creo que el mar no se cansa de nadie... El mar es comprensivo y agresivo.

Saludos

Unknown dijo...

Pues uno no olvida a nadie, solo aprende vivir sin esa otra persona.

Buen post.

Saludos.