viernes, 2 de noviembre de 2012

ESPEJO

Lo supe en cuanto me vi. Los espejos me lo dijeron con voz de locutor de radio. Porque hablan, como hablan los hombres de gafapasta y pelo alborotado, pausados y profundos. Pero tanta profundidad queda al ras de la tierra. Cántame, le digo al reflejo de los escaparates. Cántame, escúpeme, detéstame, como detestan los fumadores haber perdido el mechero. Ya no tengo fuego. Me vi y lo supe. He perdido la llama de andar en tacones y pintarme de rojo los labios. Duermen aletargados en días de cafés y noches de vino. Y tú que me dices que la vida no está para pensarla. Y yo que me pierdo, me atrapo en el tiempo rememorando una fecha y unas horas. Yo me calzaba de antiromanticismo y tú me cubrías de piel. Nos abrazábamos y éramos dos. Eso me encantaba. Y ahora que ya no sé dónde estás, me siento uno. Con lo que a mí me gustaba la mesa con dos cucharillas y dos terrones de azúcar. Siempre he dejado que cogieras el mío. Soy amarga como el mate. Una tostada y un corto de café. Nunca pedimos otra cosa.      
Mancillamos la calle, limpiamos la cama, y sólo se me ocurre escribirte que cuando se destapa, ya no se siente la misma. Me achaca la culpa de haberte perdido. Pero yo nunca te he perdido, siempre acabas buscándome, a la distancia, para decirme que me deje de mirar en los espejos.

3 comentarios:

El Observatorio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Observatorio dijo...

Me mintieron los espejos, los cristales de los escaparates me embaucaron. Adicto como un yonki a la hermosura, me asalto el engreimiento. Siempre fui un fatuo remilgado. La humildad, a otro perro ese hueso, yo no creo en la utopía, discurso de fracasados. Pero cuando menos lo esperaba, me vendió el tiempo, y los años y los inviernos me marchitaron, y todo resulto efímero. ¡Todo! resulto efímero, como efímeros fueron mis quince minutos… ¡Maldito Dorian Gray!

Me he permitido improvisar algo a partir de tu relato. Espero que no te moleste, pretendía todo lo contrario. Para mi es un homenaje.

Fantásticos relatos, frescos, ocurrentes y maravillosos. Sinceramente, genial, estaremos pendientes! Saludos.

Laura dijo...

Encantada de que te hayas manifestado!

Un saludo,

Laura