jueves, 5 de junio de 2008

DRAMATURGA

PRIMER ACTO:
LA FRIALDAD DEL ORDENADOR
No hay nada que hacer.
Me siento; exhausta, cansada, dormida.
Enchufo el aparato, cuadrado, cansado, sin vida;
y me pongo a pensar.
Me conecto y me saluda con un hola
(poco radiante, sin ganas, frustrante)
Ya me lo temía.
“Es la hora”, dijo.
También un adiós de despedida
(odiado, frío, no respira...)
y comienzo a ponerme nerviosa.
LA FRUSTRACIÓN DE ESA FRIALDAD
Me levanto, me siento,
me vuelvo a levantar y presiento
que algo va muy mal.
Suspiro, exhausta, cansada dormida,
pero sin embargo, espero a que se decida.
Me muerdo las uñas,
cambio una bombilla,
escucho música y
hago tonterías.
Lloro y pienso,
que si esto es lo que siento,
más me vale espabilar.
Y dejarlo todo atrás.
Escucho risas, vienen del comedor.
Me acerco y las lágrimas me seco,
me uno a ellos aunque no por mucho tiempo,
porque tan grande es mi lástima,
que tengo que volver para otra vez llorar.
ESPERANZAS EN LA FRIALDAD
Hablo con mi amigo,
( el mejor, el friki, el adivino)
“No te preocupes” dice,
“seguro que se queda contigo”
Le doy la razón, suspiro y por fin puedo reír.
Sonrío, me levanto y en el espejo me miro
“Hoy soy linda” me digo
y me vuelvo a mi destino.
“Laura” me vuelve a decir ,
“en caso de que no, actúa con normalidad”
Asiento, pero de nuevo presiento que algo va mal...
SEGUNDO ACTO:
LA FRIALDAD DEL MÓVIL
Suena el móvil, un mensaje
y antes de leer miro el nombre del aspirante;
me lo temía es él.
Decidida, pero nerviosa,
por fin puedo leer,
es la hora, la decisión,
espero que acabe bien.
LA FRUSTRACIÓN DE SU FRIALDAD
Lo leo y normal,
(sonriente y nada mal),
me desnudo y me visto,
me meto en la cama,
me arropo hasta el cuello,
me acomodo la almohada
y cuando nadie me ve,
la fuerte se calla y rompo a llorar.
LA IMPOTENCIA POR QUE NO LO HA DICHO A LA CARA
Me calmo y sonrío.
Exhausta, cabizbaja e indiferente,
no hay otra cosa en mi mente
que aquellas dos palabras.
(las pienso, no las quiero) él mismo me advirtió...
Aquellas palabras en mi cabeza y dolor
no paran de sonar...
TERCER ACTO:
EL DESAMOR
“Lo siento...”

Laura Martínez

8 comentarios:

MiKaElA dijo...

Me gustó mucho, y refleja muy bien lo que uno siente en estos días en que los otros tienen tantos aparatos detraz de los que ocultarse para no decir las cosas a la cara, nos hemos convertido en unos cobardes.

Besos

saudade dijo...

Me gusta tu drama, s�.

 kotto dijo...

los llantos del desamor sólo los entiende quien lo ha sufrido y creeme que con tu post....me acorde de aquellas lagrimas derramadas junto a mi almohada...


un abrazo Lau

Juan K Manei dijo...

¡Ay, que miedo!
Con el pulso acelerándose se debe leer. Antes de llegar al climax me dio al bajón de lo que esperaba: El final.
Y uno tan patético (no por ello menos importante) que suena a que mañana no habrá pasado nada cuando en realidad pasarán años antes de que se termine de ir.
Besos

Eladio Balboa dijo...

Me gustaron los japoneses que me recomendaste. Aunque algún purista de jazz abominaría de tanta percusión pero es increíble la capacidad que tienen los japoneses para asimilar arte y traducirlo, en muchas ocasiones, superando el original.

Anónimo dijo...

La frialdad de las nuevas tecnologías tienen una hoja de dos filos, te permite decir cosas que a la cara te cuesta decir, tanto para bien como para mal.
Pero en estas cosas no decirlo a la cara me parece lo peorrrr!

XXX

Raúl dijo...

A ritmo de hip-hop; no queda nada mal.

Deva dijo...

Así son los hombres! Creo que no hay más que añadir.

Muy bueno.

Muy realista.