sábado, 14 de junio de 2008

Crónicas de una condena. [parte tres]

(...)-Entiendo, continúa.
- Pues como le contaba, yo debía cruzar el lago tal y como llegué a hacer, pero tras aquello, la búsqueda del “armario camuflado” del que me habló la bruja sería mi siguiente objetivo. “Busca en lo más alto de la más alta torre del castillo de Sleeptodream. Pero antes también deberás hallar la espada de “no-se-qué-me-dijo” para poder abrirlo y extraer el contenido que necesitas” me decía la fea ésta de la verruga en la nariz.
No me gustaba nada su actitud prepotente.
-Que términos más despectivos, princesa.
-Sí, bueno, no me escucha en estos momentos.- e hizo como si no se hubiese arrepentido, y siguió contando su historia- Lo que pasa es que cuando llegué hasta la orilla y me convertí de nuevo en humana, ya no poseía ninguna prenda para vestirme. “Mierda”, pensé y sin saber qué hacer, me senté sobre la orilla hasta buscar una posible alternativa. Fue en aquel momento cuando vi por segunda vez al águila. Sin saber porqué, tuve la sensación de que me observaba, y me sentí algo indefensa.
>>Como si de locura se tratase, el ave voló en picado hasta mi posición y se posó justo en mis rodillas. Me hizo daño con sus garras de depredador, desgarrándome la piel, pero no me precipité a soltar grito alguno.
>>El águila me contemplaba fijamente, como si en mis ojos se hallase la verdad de algo y éste la buscara con paciencia. Pero mis ojos son tan inexpresivos como egoístas; apenas tienen vida, y no pudo hallar nada. Cuando se dio por vencido, ya había caído la noche, y mi fina piel comenzaba a erizarse del frío. El ave voló hasta la rama de un pequeño árbol que había cerca, y rápido, pegué tres sorbos de aquel frasco que sostenía fuertemente en la mano, y de nuevo me convertí en cisne. ¡No sabe, padre, qué alivio experimenté tras haber estado todo el día desnuda!
Su historia tan fantástica como intrigante.
-Por favor, prosigue.- insistí.
- Convertida en cisne otra vez, nadé por los alrededores sin irme muy lejos de la orilla, hasta ya muy adentrada la noche. El águila no aguantó despierta, y aquello me sorprendió, pero lo importante es que ahora podría convertirme de nuevo en princesa ya que no miraba. Después me iría corriendo hasta la busca de aquel armario.
>> Fue cuando entonces, del árbol donde se posaba la misteriosa ave, surgió un breve destello azul que convirtió al águila en un caballero. Tal era mi sorpresa, que quedé anonadada y atontada durante unos segundos contemplando el fenómeno. El caballero se despertó del golpe, ya que al convertirse en humano, su pesado cuerpo, quebró la rama, y cayó al suelo. “¡Ay!”, dijo mientras se ponía la mano sobre la cabeza, pero tras aquello, echó un vistazo por el lago, y volvió a recostarse cerrando los ojos. Estaba desnudo también, pero pude percatarme de que llevaba un cinturón de cuero atado en el cual envainaba una espada. “Que raro” pensé “no tiene ropas, pero sí que puede llevar el cinturón con el arma” Hasta que me di cuenta de qué arma estábamos hablando: nada más ni nada menos que la que podría abrir el armario que estaba buscando, el armario de los hechizos colocados en la estantería de “para combatir enemigos” etiquetados como hechizos para “madrastras malvadas”. Por eso quizás si que hubiera podido llevar la espada consigo, camuflada de águila, ya que era un espada mágica.- parecía volver a enojarse- ¿Entiendes? Aquello era una muy buena noticia, pero sin embargo no lo era tanto, ya que estaba en manos de un fuerte hombre y, en absoluto, lo podría combatir
Su ineptitud apenas le permitía explicarse bien, pero la entendí.
-Tenía que salir del lago y arrebatársela como fuera posible, pero… ¿qué podría pasar si me veía convertirme de nuevo en princesa? A demás de aparecer completamente desnuda ante él y morirme de la poca vergüenza que me quedaba tras saber que lo que me hubo contemplado no era un pájaro, sino un hombre, ha de saber que yo soy una criatura totalmente indefensa frente a la fuerza de un ser como aquel y me hubiera derribado en cuestión de segundos.
-¿Entonces qué decidiste?- pregunté algo interesado (...)

Laura Martínez.

7 comentarios:

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

Joder, más intrigado estoy aún que antes xDDDD. Esto es como el típico libro que no puedes parar de leer porque quieres llegar al final ya.

Un saludo

Barajas, distrito BIC dijo...

Veo que nuestro Néstro te ha otorgado con todo merecimiento el premio del esfuerzo. Me alegro mucho, mi joven amiga; me encanta como escribes.

Un abrazo!!

nestor dijo...

mil perdones amiga...sí eres tu, Laura de Alicante. Lo que pasó fue que cometí un error en la entrada y lo cambié y en ese cambio cometí el otro error; tu nombre y ciudad.

Que envidia tengo, Alicante lo hermoso que es según un amigo que la conoce.

Más adelante te contaré la historia que me gustaría me hagas, te lo haré saber por e-mail.

perdón nuevamente y muchas gracias por no enojarte.

un abrazo

Laura dijo...

ok, esperare al e-mail impaciente

Manco Cretino dijo...

Sabaraira!
Esta princesa si que sabe mantenernos a la espera! Queremos saber! Con plumas o desnuda, pero queremos saber!
...
Perdón... de Alicante? ¡Tengo coterráneos viviendo allí!

AdR dijo...

uyyy, un hombre desnudo, una chica-cisne que cuando se transforma en humana tampoco tiene ropas... a ver cómo acaba esto ¿cuántas entregas quedan?

Saludos.

 kotto dijo...

al parecer todo llega a su fin.... me voy a la última parte y final...