domingo, 23 de octubre de 2011

Me lloran los enanos



Me lloran los enanos, bajo las piernas, para que no me vaya.
Me suplican tristes que me quede con ellos. Pero ya no hay nada que se pueda hacer, ni ganas que me retengan aquí.
No quiero verlos más. Les he devuelto todos los regalos que me hicieron. Les devolví el pesimismo y el mal humor, envueltos en el mismo papel desgastado.

Tiran de los pliegues de mi falda para llamar mi atención.

ñañañañañañañañañaña…

Me voy. Me cansé de mirar el suelo en busca de mi céntimo de la suerte y sólo encontrar enanos que gritan mi nombre.

¡Suuuuusiiiiii!

Y mientras ellos hablan de un “hasta luego” yo les dedico el más rotundo de los “adioses”.