¿Sabes? Me encanta contemplar tu rostro de muchacho benévolo. Sé que jamás me harías daño. Yo tampoco te lo haría si pudiera, pero ambos sabemos que esto va a acabar mal, porque no tienes tierras y vives de rentas y este estúpido sistema hace que mi madre sea un tanto retrógrada y se crea superior a ti.
No creas que nosotros somos ricos, desde que mi padre nos dejó vivimos peor y tenemos que cultivar nosotros mismos la huerta. Pero a mi madre le gusta aparentar que es rica, poniéndose las joyas que mi padre, antes de la guerra, le había regalado. También le encanta pavonearse con su abrigo de piel y enseñar, cuando alguien viene a la cueva, la cubertería de plata que heredamos de nuestra estirpe descendiente de Don Pedro Cañas Real, caballero cubierto ante el Rey.
Todo muy superficial, pero eso tú ya lo sabes.
En fin, tú cógeme de la cintura otra vez y lucha por mí, romanticón, que soy una de las más bellas del pueblo… o eso es lo que se dice. Aunque espero que no haya sido eso lo único que te ha embelesado de mí.
Ahora han cambiado de canción: un paso doble. Muy español he de decir. No me gusta. Ni la canción, ni España, pero esto último no se lo digas a nadie, porque estamos a 1949, y los tiempos que corren son escabrosos.
Yo sólo quiero estar contigo, y mi madre y padrastro no me lo permiten… Creo que ya tienen un pretendiente para mí, primo de mi primo, joven, alto, apuesto- aunque algo orejudo- y tiene caballo propio. Es todo un partido… ¿Eh? No, no, tranquilo. Estoy bien, es que hace algo de viento y me lloran los ojos.
Suspiro.
Agárrame fuerte ahora que puedes, por favor, y no me sueltes hasta nuevo aviso. Aprovecha para llevarte e impregnar mi aroma en tu blusa gris y así recordarme, olerme y abrazarme todos los días que te propongas, porque no quiero que te olvides de mí, ni que pienses que a Don Orejudo podré amarle tanto como a ti; porque quiero que recuerdes este abrazo como el más sincero y cariñoso de tu vida y que sirva para decirnos un adiós largo, porque, esta, será la última noche que bailes conmigo.
No creas que nosotros somos ricos, desde que mi padre nos dejó vivimos peor y tenemos que cultivar nosotros mismos la huerta. Pero a mi madre le gusta aparentar que es rica, poniéndose las joyas que mi padre, antes de la guerra, le había regalado. También le encanta pavonearse con su abrigo de piel y enseñar, cuando alguien viene a la cueva, la cubertería de plata que heredamos de nuestra estirpe descendiente de Don Pedro Cañas Real, caballero cubierto ante el Rey.
Todo muy superficial, pero eso tú ya lo sabes.
En fin, tú cógeme de la cintura otra vez y lucha por mí, romanticón, que soy una de las más bellas del pueblo… o eso es lo que se dice. Aunque espero que no haya sido eso lo único que te ha embelesado de mí.
Ahora han cambiado de canción: un paso doble. Muy español he de decir. No me gusta. Ni la canción, ni España, pero esto último no se lo digas a nadie, porque estamos a 1949, y los tiempos que corren son escabrosos.
Yo sólo quiero estar contigo, y mi madre y padrastro no me lo permiten… Creo que ya tienen un pretendiente para mí, primo de mi primo, joven, alto, apuesto- aunque algo orejudo- y tiene caballo propio. Es todo un partido… ¿Eh? No, no, tranquilo. Estoy bien, es que hace algo de viento y me lloran los ojos.
Suspiro.
Agárrame fuerte ahora que puedes, por favor, y no me sueltes hasta nuevo aviso. Aprovecha para llevarte e impregnar mi aroma en tu blusa gris y así recordarme, olerme y abrazarme todos los días que te propongas, porque no quiero que te olvides de mí, ni que pienses que a Don Orejudo podré amarle tanto como a ti; porque quiero que recuerdes este abrazo como el más sincero y cariñoso de tu vida y que sirva para decirnos un adiós largo, porque, esta, será la última noche que bailes conmigo.
3 comentarios:
(suspiro)
Yo me encuentro una mujer así que me dice todo eso y caigo en redondo, vamos :)
Es lo que me pasa, me atraen las historias inmposibles.
Has puesto a Vettriano con ritmos de jazz. Ea, ya me he caído en redondo... ais.
No bailaré nunca contigo. Eres peligrosa :P
Besos.
Asi que no sabías quién era Leonard Cohen... entre otras lindezas, el compositor del Dance me to the end of Love
http://www.youtube.com/watch?v=7pA5UhNaYw0&feature=related
Verás que tiene una voz peculiar jeje
Mejor esta versión, con subtitulos en castellano y todo
http://www.youtube.com/watch?v=cRfS0RmyrcM
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