sábado, 27 de diciembre de 2008

Sueño, realidad, y escaparates (3)

(...)‘Pi-pi-pi-pi-pi’ sonó y vibró su móvil. Un mensaje.
Sin saber porqué, se alteró al momento y pegó un brinco en el sitio. Algo le decía- una corazonada o un presentimiento- que era Él. El del sueño, el mismo, el del pasado y, quizás, el del futuro.
Tanto se lo creyó, que la desilusión fue enorme al comprobar que las expectativas no habían dado resultado: Era un par de llamadas perdidas que su mejor amigo, el de la otra noche en la tetería, había realizado. Suspiró riéndose entre dientes, y preguntándose a sí misma, cómo pudo pensar en algún momento que Él se iba a acordar de ella. Pero, ¿Es que a caso le importaba? ¿Y qué más daría? Simplemente había sido un sueño que no tenía ninguna significancia ni para el presente, futuro o cualquier escala el tiempo, ni para su propia resignación.
Suspiró y marcó en el móvil el número de su amigo.
-¿Sí?
- S, soy yo.
-Hola- respondió secamente.
-He visto las llamadas perdidas esta mañana, ¿querías algo en especial?
-Sí, es que había pensado que quizás te apetece ir al centro comercial. Acabo de ver anunciar las Vans que quería para estas navidades por la tele, y bueno, me preguntaba si me acompañabas a comprarlas. ¡Tengo unas ganas de tenerlas ya en casa…!
No era la primera vez que su amigo requería su presencia para comprarse ropa, aunque tampoco era algo habitual.
-Por supuesto que iré. Me apetece chamuscar un pelín la Visa.

Tras encontrarse en el punto indicado y saludarse como siempre, decidieron comenzar a ver los escaparates. Todos estaban decorados con adornos navideños y los colores más típicos de aquellas fiestas. La muchacha intentaba distraerse probándose prendas de su agrado, pero sus suspiros le delataron, y su amigo se percató de que algo le preocupaba.
-¿Qué sucede?- preguntó con seguridad al verla de aquella manera.
-¿Es que acaso no sabes cómo soy? Es una tontería…
-Bueno, así nos reiremos un rato- le sonrió.
Tras una breve pausa de segundos, la chica, sin pensárselo, le contó el sueño.
-No sé porque pienso tanto en Él ahora. ¿Es simplemente por el sueño o de verdad no lo había olvidado todavía?
Su amigo le atizó una mirada algo acusadora.
-Primero: nunca tuviste que olvidarlo porque no sentías nada especial por él, sólo atracción física. Si por un momento te paras a mirar vuestro pasado, no era nada más que follar. Segundo: ¿estás tonta? A ver si ahora por cada cosa que sueñes te vas a volver una obsesa… Pobre de mí…
Y fingió un desmayo bastante teatrero.
-No seas estúpido.- le dijo enfadada pero sin poder evitar reírse- Claro que sentía cosas por él, y no me refiero a atracción física sólo. Y no estoy obsesionada, por dios, que sólo te he contado que lo he vuelto a recordar, nada más.
Pero para entonces, pasados unos cuantos escaparates más, su amigo observaba petrificado a un chico alto, rubio y con unos vaqueros rotos, que sólo podía ser una persona. (...)

4 comentarios:

Belén dijo...

Buf, que miedo, tu... eso de los sueños y el inconsciente me da mucho repelús...

Besicos

Yoyo dijo...

ayssss si si, y que pasa después??? la imaginación me lleva a...
Escribes genial
Saludos y felices fiestas.

Laura dijo...

:-)

Belén--> los sueños son fantásticos
Yoyo---> a que te lleva la imaginació? :-D muchas gracias

Yoyo dijo...

mmm es que mi imaginación es muy rapida, pero ya veo que tu tienes cuerda pa rato jajaja
saludines wapa!!