lunes, 15 de noviembre de 2010
Muérdeme cuando despierte, por favor.
Nadie me advirtió de que apagara las luces.
En la fulgente habitación me duermo sin disturbio.
Ya nada palia mi sueño: podría dormir a todas horas y en cualquier lugar. Mi mal humor me agota y me fatiga, y estos últimos días he tenido que pagar a un payaso para que me haga reír.
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6 comentarios:
Qué alegría, poder dormir así de bien. No te imagino de mal humor.
Besitos.
P.D.: Voy a ver al payaso
Por cuanto te ha salido aproximadamente?¿ esto de volver a la rutina tras un puente está teniendo en mí un efecto inverso al que la gente dice que deberiá... igual el payaso me lo soluciona!
Dulces sueños :) Muaka
Ángel, ¿la chocita del Loro?
Enac, pues 16 euros, no sé si es mucho o poco, pero vale la pena. ¡Menudo tío!
Yo puedo trabajar como payaso si quieres... solo cobro con sonrisas y abrazos! MUA
Yo cobro en especias.
Cómo mola tu payaso, querida.
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