miércoles, 6 de enero de 2010

Perdidos


Ven caminando, dices, lentamente.

Mis pies no han hecho más que emprender el atenuado paso que no deja huella. ¿Cómo podrás seguir, entonces, el camino que quería mostrarte?


Ven gritando, dices, en susurros.

Mi voz no ha hecho más que comenzar a fatigarse sigilosamente para alcanzar el silencio que creo que me pides. ¿Cómo podrás oír, entonces, todas las cosas que me quedan por decirte?


Ven encubierta, dices, y recatada.

Mi cuerpo no ha hecho más que esconderse y amainarse como el frágil viento que no blande los finos brazos del vulnerable árbol en invierno. ¿Cómo podrás recordar entonces mi rugosa, atribulada y afligida piel esperándote desnuda?


Ven, dices. Pero no pienso ir.

Pareces tan perdido en tu propia diligencia, que no infundes garra alguna.


Y, tal y como parece, yo también ando perdida.

2 comentarios:

Belén dijo...

Ve si lo deseas, no porque te obliguen...

Besicos

Laura dijo...

:)