domingo, 31 de mayo de 2009

¿...?

Todo había transcurrido como en un sueño. Abrí los ojos y ya nada del pasado había existido: ni sus labios gesticulando palabras, ni el perfume que desprendía su cabello, ni la suavidad de sus manos… ni siquiera sus ojos garzos y vehementes. Y sin embargo, tumbado todavía con la ropa puesta, la noche había finalizado y yo apenas sí había dormido.


Sentí cómo yo mismo intentaba uncir mis recuerdos por miedo a que éstos no fueran reales, y cómo, a la vez, intentaba olvidar completamente que una vez existió aquel beso, aquel exuberante, eterno y perfecto beso. No lo conseguí del todo, pero sí en parte, porque en ese preciso momento, en el que decidí cerrar y abrir los ojos, como un largo pestañeo, fue cuando comencé a dudar de su veracidad. A partir de entonces, todo se me antojó quimérico


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Tenía mis razones, por supuesto, para querer olvidar algo tan confortante y vigoroso como era aquel beso, y es que me veía expuesto ante muchos peligros. Había leído demasiadas cosas acerca del amor. Comenzando desde Cleopatra y Marco Antonio, escondiéndome en caballos de madera para espiar a Helena y a Paris, cruzando continentes como una vez hizo John Smith para encontrar a Pocahontas, observando la osadía de cruzar fronteras sociales como hicieron Romeo y Julieta, hasta finalizar en libros tan malos como historias sobre vampiros que aman a sus presas. Nada era tan fatídico como el amor, y éste, siempre tenía comienzo en los besos.


Ya lo demostró una vez Julia Roberts en Pretty Woman: después de los besos, se suceden las locuras, sin embargo, las caricias y el sexo son totalmente inofensivos.

Pero no hubo sexo; ni siquiera caricias.


Después de que me embriagara con su drástica soltura al hablar y utilizara su sonrisa como arma ofensiva, se acercó hasta mí y en susurros me dijo: “¿Puedo intentar una cosa?” y yo, hipnotizado por la fragancia de su pelambrera lisa y larga, asentí con la cabeza. Entonces todo se desató en El Beso (...)

2 comentarios:

Belén dijo...

Prueba a no besar... todo cambia es cierto :)

Besicos

Laura dijo...

voy a tener que probar, sí xD