Siempre me ha encantado esta época del año, pero en Madrid
me ha gustado muchísimo más. Será por eso del frío y de las luces, a pesar de que
yo las critique diciendo que podríamos reducir gastos no encendiéndolas; pero, para
qué engañarnos, ¿qué son unas navidades sin estrellas colgando de las farolas de
la calle?
Y me pongo villancicos para ponerme a tono –navideño- let it snow, let it snow, let it snow y
me coloco gorros con lazos y guantes de lana cuando salgo a dar un paseo. Y…
¡Oh, dios mío! ¿Eso que suena es el Last Crhistmas de los Wham!? Tienen hasta su encanto personal, que queréis
que os diga…
Cuando sea mayor, compraré abetos y lo decoraré con parpadeantes
bolas luminosas; pondré calcetines rojos en la chimenea, e iré a cenas de
empresa vestida de Mamá Noel putona para cantar el Santa Baby delante de todos mis compañeros.
Por eso espero ansiosa a cumplir los treinta años; mientras
tanto, me preparo para estas navidades: de momento tengo el resfirado. Me
faltan el vino caliente, las películas de Antena3 de por la tarde y algún que
otro polvo…
Polvorón, quiero decir.
3 comentarios:
Jajaja, si te vistes como la de la foto... triunfas. Sin vestirte también.
Voy a abrir la caja de los polvo...
...rones.
Besos.
Siempre en estas fechas escribo sobre polvos de Navidad.
No sé cómo lo hago...
Masturbación cerebral.
Publicar un comentario